Tobey manda el primer aviso

Sufriendo pero, tal vez, pensando que qué más da. Así se gestó la primera victoria del Gran Canaria (84-81), europea y en general, en la presente temporada. Ante el huracán desatado por Jordan Ford, 32 puntos de todos los colores los suyos, la hueste de Jaka Lakovic supo esperar su momento oportuno, ya cuando el partido agonizaba, para meterle al mismo un bocado definitivo.

Los locales se agarraron a la imponente figura de Tobey, un fichaje estrella que se ha empeñado en mostrarse como tal desde el principio, mandando ya un primer aviso de lo que se viene. Una salida fulgurante que le llevó a firmar los ocho primeros puntos de su equipo se tradujo en una gran estadística de 20 y ocho rebotes. Alocén, con 11 puntos, ofreció ramalazos de ese infinito talento que no se va por muchas lesiones que hayan magullado su cuerpo.

Comenzó el Granca controlando un partido que, en la primera parte, fue un auténtico descontrol, acaso con canastas de todos los colores en ambos lados de la cancha. Un duelo de esos preciosos para el público en vivo o el de la tele, probablemente más complicado de sentir así para los siempre sufridos entrenadores.

Se agarraban los locales en esos momentos a Mike Tobey, que desde el salto inicial demostró lo mucho que se espera de él, sin duda llamado a ser una de las referencias del equipo de Jaka Lakovic. Con ocho puntos consecutivos, cuatros de ellos a través de dos mates, los ocho primeros de su equipo, 13 al descanso con tres rebotes de recuerdo, mantenía en alerta al Granca antes de que un triple de Brussino pusiera a los locales 11-8 en el marcador. Ya en el primer cuarto debutó en partido oficial con la camiseta amarilla Carlos Alocén, de quien tanto se espera tras esos años aciagos, llenos de problemas físicos, en el Real Madrid. El base maño estrenó su casillero de puntos con el 21-18 tras una buena asistencia de Homesley, diferencia que apenas varió al final del primer cuarto: 23-22.

El segundo vivió un recital de Jordan Ford, o más bien el comienzo generalizado, ese menudo exterior del Trento que te puede enchufar cualquier canasta imaginable. Sus 14 puntos en este parcial comenzaron con un triple que empató el partido a 25. Poco después, cinco puntos del tirón, con un 2+1 incluido, le daban un cierto respiro a la formación transalpina, 37-41, además de una delantera en el marcador que no volvieron a ceder hasta después del descanso. Tobey, que recibió una técnica por protestar, compensó el error con otro 2+1 acto seguido para el 45-47 y, de paso sofocar cualquier conato de estampida del Trento antes del descanso, al que se llegó 45-49.

Todo lo vibrante que fue el duelo en el primer tiempo se convirtió en un tostón durante el tercer cuarto, con tantos fallos en ambas canastas que el espectáculo de unos minutos antes bien parecía ahora poco más que una ópera bufa. Conditt estrenó su casillero anotador antes de que Alocén, grandísimo partido el suyo, le diera al Gran Canaria la primera ventaja, 56-54, tras aquel lejano 37-36. Cogió entonces algo de resuello la hueste de Jaka Lakovic, que afrontó el último cuarto con nuevos bríos merced a ese favorable 60-56.

Como no podía ser de otra forma se agarraba el Trento a Ford para meterle un nuevo bocado al duelo. Con seis puntos prácticamente del tirón, el dorsal 5 del equipo italiano adelantaba de nuevo a los suyos, 25 créditos de anotación ya y 65-67 en el cielo del Gran Canaria Arena. Sin embargo, los locales reaccionaron multiplicándose por tres. Así, un 2+1 de Tobey y dos triples firmados poco después por Shurna y Thomasson dispararon a los amarillos en el marcador: 78-71.

No se rendían los visitantes, y tuvo que ser otra vez Jordan Ford quien intentara poner las cosas en su sitio con ese redentor 80-78 antes de que Tobey rebañara un decisivo rebote ofensivo que, ahora sí, sentenció la victoria local por mucho que el propio Ford cerrara el partido a lo grande con otro triple, el tercero de su colección de esta noche. Qué exhibición la suya.