ACB | BILBAO 82 - BARCELONA 80
El día más feliz de Radicevic
La canasta del triunfo ante el Barcelona le hace olvidar los sinsabores de esta temporada. “En mi carrera no he tenido la oportunidad de meter algo así, es una sensación increíble”.
La jugada no estaba preparada como al final se desarrolló, pero el baloncesto “es algo vivo, que cambia en un segundo”. Así lo describe Radicevic. Faltaban 6,80 por jugar en Miribilla el domingo por la tarde. Abrines acababa de meter una canasta triple desde la esquina: 79-80 entre Bilbao Basket y Barcelona. Sacó de banda Smith a Radicevic, y la idea era devolver al norteamericano para que jugara el mano a mano contra su par, en este caso Higgins. Pero este no se despegó del escolta del Bilbao Basket. Así que Radicevic estudió la situación en un santiamén. Le dejaron un aclarado y en dos segundos el base serbio decidió lanzar ante Laprovittola, que por poco le cae encima. ¡Zas! Canastón, que se unía a una bandeja y otro triple del héroe de la tarde dentro del último minuto. 82-80. Quedaban 2,4 cuando la red se tragó el balón y en el tiro agónico en el último suspiro de Abrines, el hierro dijo ‘no’. “La jugada no era exacta como salió, pero estaba con confianza y con ritmo. Al final la haces buena si el balón entra”, rememora Niko. “En mi carrera no he tenido la oportunidad de meter una canasta así. Es una sensación increíble. Te pones muy contento de poder vivir con nuestra afición un instante de este tipo. Salió todo bien y estamos aquí hablando de un gran partido y un gran tiro”, agrega.
Vivió el director de juego en una noria de emociones tan grande que no fue consciente de lo que había pasado hasta que lo repasó en el silencio de su casa, más en frío. “En la pista no me di cuenta, no tienes tiempo para nada”. El objetivo es la salvación pero el Bilbao Basket mira más allá. “Como equipo no hemos perdido la fe; ganar a uno de los mejores equipos de Europa significa mucho para nosotros de cara a la confianza”. Todo esto arroja una lectura: “Nos enseña que si jugamos al cien por cien y motivados, podemos competir contra cualquiera. Así hay que jugar lo próximo. Pero no hemos ganado nada. Ahora vamos a Fuenlabrada (el sábado a las 18:00 horas) y será difícil. Se trata de un pabellón pequeño, quieren ganar después de mucho tiempo. Da igual en qué momento estén, son profesionales y tienen orgullo, quieren demostrar que son buenos y merecen estar en la ACB. Si no vamos al cien por cien, esta victoria ante el Barcelona no vale para nada”. Tiene cierta amistad con Marc García, tras coincidir ambos en el Cajasol. Los vizcaínos tienen ya 12 victorias y se miden a un equipo que arrastra 19 tropiezos consecutivos (la serie empezó precisamente en Miribilla), no ganan desde la séptima jornada, el 5 de noviembre ante el Manresa.
El exjugador de Baloncesto Sevilla, Granca y Murcia se pudo quitar el mal sabor de boca que le estaba dejando su actuación ante el Barcelona. “No estaba metiendo los tiros en todo el resto del partido, pero sabía que iban a empezar a entrar, confiaba en mí, y gracias a Dios, encesté al final”, expone. Es un año “raro” para él, en el que ha encadenado muchas lesiones, “estoy un mes fuera y otro dentro”. “Al ser base, aún notas más dificultad para encontrar el ritmo, pero desde enero estoy bien, el entrenador confía en mí y me siento cómodo en la pista con mi rol”, finaliza.