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ERA NymburkCEZ
54
Surne BilbaoBLB
68
Finalizado

BCL | GRUPOS | 1ª JORNADA

El Bilbao Basket traslada su euforia ACB al Viejo Continente

Partido cómodo ante el Nymburk en Chequia en el estreno en la Champions. Mantiene el pleno de victorias en tres partidos de esta temporada.

Smith, ante Simmons
Smith, ante SimmonsBCL
Basketball Champions League

El Bibao Basket prosigue su marcha triunfal. Se ha trasladado de la ACB a la Champions, pero persiste en lo mismo. En ganar. No es una apisonadora, vaya por delante, y tiene momentos de amarga debilidad, sólo faltaba a estas alturas, pero según le van golpeando, se alimenta de esos puñetazos y le ayudan a levantarse y crecer. Aprende sobre la marcha, arregla los desperfectos y se pone a andar. Sabe esperar su momento. Siempre acaba apareciendo un jugador que tira del carro y el resto va de su mano. Si el resultado siempre es el mismo, habrá que concluir que esto no es flor de un día. Una señal de la confianza con la que se mueve por la pista es comprobar, una vez más, cómo protegió la pelota en la República Checa: solo 8 pérdidas. Más o menos, la media de este curso.

El estreno europeo ante el Nymburk volvió a fraguarse tras el descanso. Costó entrar en calor, algo normal por tratarse del tercer compromiso en cinco días y tras un accidentado viaje, pero el 21-38 fue demoledor. Tras un primer tiempo pastoso y errático, con alternativas en el marcador y la balanza ligeramente inclinada hacia los locales, el Bilbao Basket apretó en defensa con más intensidad, robos y tapones, y se escapó hacia el triunfo. Esta vez no hubo momentos rutilantes como ante el Betis, pero una temporada suele reunir ocasiones para los violines y otras para el pico y la pala. Ya tiene la mitad de toda la cosecha en su anterior participación europea (dos victorias). Ponsarnau aprovechó para dar cariño a Sulejmanovic a base de minutos, aún sin ritmo, aunque también le echó un rapapolvo en el banquillo por una tarde aciaga. Y está claro que la BCL es una bendición para Kyser, que se gusta en este estilo de juego. Dominó bajo los dos aros. La estrella fue Hakanson, el hombre de hielo, siempre presente. La rotación de diez jugadores, muy equilibrada, contribuye a cohesionar aún más al grupo, aunque hay que frotarse los ojos para creer lo acoplados que están estos chicos tras una pretemporada caótica y con tantas caras nuevas. Debutó en Europa el joven Barandalla y solo se echó en falta dar un premio a Rosa con algo de participación tras su excelente relevo ante el Betis.

El Nymburk es un equipo conocidísimo para el Bilbao Basket. Tal vez se trasladó de Pardubice a Praga para desarmar la confianza vizcaína cuando visita al cuadro checo (tres victorias en la Eurocup). Se perdieron los equipajes en el vuelo vía Múnich y llegaron justo en el último instante, antes de desplazarse al pabellón. Stelmahers perdió a Stoles, una de sus referencias ofensivas, a los tres minutos y medio en una entrada a canasta. Se dañó la rodilla y parecía serio. Eso dejó tocados anímicamente a los locales, aunque cogieron el mando de la mano de Lockett (16-10) y con la labor en la pintura del lituano Ivanauskas. Los ‘hombres de negro’ se mostraban muy blandos, rehuyendo el cuerpo a cuerpo, pero sobrevivían gracias a la decisión de Smith. Sulejmanovic estaba absolutamente negado de cara al aro contrario. El rebote volvía a sonreír al rival y se llegó al ecuador con 33-30. Era la mejor noticia, perder solo por tres, porque merecían un superior toque de atención.

RESUMEN

ERA Nymburk (16+17+10+11): Stokes, Simmons (6), Palyza (7), Ivanauskas (8) y Watson (2) -cinco inicial-, Gibbs (5), Tuma, Lockett (12), Kriz (4), Kovar y Benda (10). 

Surne Bilbao Basket (18+12+17+21): Hakanson (16), Smith (11), Rabaseda (6), Sulejmanovic y Kyser (11) -cinco inicial-, Radicevic (4), Alonso (10), Reyes, Andersson (8), Withey (2) y Barandalla. 

Parciales: 16-18, 33-30 (descanso); 43-47 y 54-68 (final). 

Árbitros: Lorenzo Baldini (Italia), Dariusz Zapolski (Polonia) y Mihkel Manniste (Estonia). Sin eliminados. 

Incidencias: Partido de la primera jornada del Grupo D disputado en el Kralovka Arena de Praga

Tras el descanso, el Surne entendía que tenía que elevar la intensidad o lo pagaría caro. Subió líneas defensivas y llegó a tener un 0-11 de anotación tras pérdida. Smith asumió el liderazgo para meter una marcha más. El Nymburk se empeñaba en tirar de tres, aunque su porcentaje era penoso: 5/21. El técnico local quiso frenar la avalancha y consumió todos los tiempos muertos menos uno cuando quedaban 13:41 por jugar (41-45). Hakanson cogió el fusil y empezó a martillear en su especialidad: lanzamiento a la media distancia tras parada en la línea del tiro libre echándose hacia atrás. Seguro que hay un término inglés que designa ese movimiento en estos tiempos de anglicismos a gogó en baloncesto, con los roster, box and one, center... pero así se entiende perfectamente. Los bases de Ponsarnau se generan sus tiros tras el bote, más en el caso del sueco, a veces abusan mucho del yoyó y eso eterniza los ataques, pero mientras la orquesta vaya sonando afinada, que siga la música. El Bilbao Basket se gustó en los diez minutos finales, con Kyser haciendo de Tavares: 5 tapones de un coloso. Al fin logró el mate que llevaba mucho tiempo persiguiendo: 50-66. Dos tiros libres de Alonso, que dio una buena rotación en el segundo tiempo, llevaron hacia la máxima distancia: 51-68. El Nymburk perdió toda la agresividad y aunque se le escapaba el partido, no hacía faltas personales. Entregó la cuchara ante este Bilbao solvente y solidario.

Ponsarnau elogia la concentración

Jaume Ponsarnau considera que la “concentración” ha sido la clave del gran inicio de temporada de los ‘hombres de negro’ que han encadenado tres victorias -Joventut y Betis en Liga Endesa y Nymburk en Liga de Campeones- en apenas cinco días. “Me he encontrado una respuesta de concentración muy buena. Eso nos ha permitido ser competitivos en los tres partidos y superar no solo los pocos descansos sino además los viajes y las anomalías”, explicó el técnico en declaraciones difundidas por el club en relación al retraso de la llegada del equipaje a la República Checa.

El técnico de Tàrrega destacó que frente al Nymburk sus jugadores no se dejaron llevar por la “euforia” de sus dos victorias en la ACB para en primer lugar “no desencajarse” en los malos momentos por los que atravesó en la primera parte y después, “desde la solidez defensiva”, superar con solvencia al conjunto checo.

“El equipo ha dado una muy buena respuesta en estos tres partidos y ojalá podamos ser tan sólidos toda la temporada”, añadió el técnico ilerdense al hilo de lo comentado también por un Francis Alonso “muy contento” y dispuesto a seguir la racha el próximo domingo en Miribilla frente al Valencia Basket de Alex Mumbrú.

“Defendemos la casa contra un gran Valencia y seguro que se lo pondremos difícil”, subrayó el malagueño para quien el “apoyo mutuo” mostrado por los jugadores tras el descanso les permitió superar una situación “incómoda y de desconfianza” de la primera parte para darle la vuelta al partido contra el Nymburk.

“En la primera parte no pudimos encontrar el ritmo y el poco acierto nos afectó en los dos lados de la cancha, pero en la segunda el equipo dio un paso adelante. Nos apoyamos unos a otros y de esa energía positiva sacamos el partido”, recalcó Alonso.