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Surne BilbaoBLB
91
ICG Força LleidaLLE
75
Finalizado

Liga Endesa | 19ª jornada

El Bilbao Basket se desquita

El equipo de Ponsarnau logra un triunfo vital ante el Lleida, al que tenía ganas tras el despropósito del Barris Nord. Roza el ‘average’ de -18.

El Bilbao Basket se desquita
AIOLDiarioAS

El Bilbao Basket acabó con esa sombra que le perseguía implacable durante casi todo este 2025. Porque el último partido que ganó fue justo hace un mes, el 2 de enero, ante el Andorra. Desde ahí, cuatro derrotas consecutivas en ACB, para asomarse al precipicio, y en Europa ha llegado la primera del curso, ante el Cholet, que le ha privado prácticamente del liderato de grupo de cara a los cruces de cuartos. Por tanto, tenía una cita ineludible con la victoria ante el Lleida, la exigencia estaba por las nubes... y cumplió con su obligación.

Fue una tarde plácida en la que incluso llegó a fantasear con el abultado average de -18, pero se le escapó por poco. Lo igualó Pantzar a 1:29 para concluir, con un triple: 89-71. Ponsarnau estaba acabando con dos bases por la crisis perenne que atraviesa la mayoría de sus escoltas. A 51 segundos para el bocinazo final machacó Hlinason tras rebote ofensivo: 91-72. Después metió un tiro libre Hasbrouck (91-73) y falló el segundo tiro, pero a Hlinason le quitaron el balón de las manos tras coger el rechace. Anotó Bozic, el mejor de los visitantes y casi el único que se salvaba de la quema: 91-75. Restaban 40 segundos y aún había mucho que debatir, aunque el choque estaba sentenciado y desfigurado para los catalanes. Dragic erró un triple que parecía asequible para un jugador de su calibre. Al menos, en la acción siguiente forzó una falta en ataque de Oriola. Y con un poquito más de un segundo, 1,04, Ponsarnau pidió tiempo muerto para planear una jugada maestra. Puso a sacar a Frey, más tres tiradores (Domínguez, Rahkman y Gielo) y encomendó a Hlinason algún bloqueo. La bola llegó a Rahkman, pero tuvo que girarse tras recibir de espaldas a canasta y su disparó quedó muy corto. No pasa nada. La victoria, con un Jones inconmensurable con récord de puntos y rebotes, estaba en el bote. Pero había ambición por el premio doble, síntoma del gran poso que dejó el encuentro.

Lleida, en concreto el recuerdo del Barris Nord, no era una cita más. Porque en diciembre sintió el Surne que allí tocaba fondo, que por primera vez este curso bajaba los brazos, dejaba de competir voluntariamente. Un punto que quedaba pendiente de reparar en la travesía de la liga regular. Salió preocupado Ponsarnau por el flojísimo nivel ante un rival directo por la permanencia. A partir de ahí, retomó el aliento y volvió a ser competitivo. Y estaba esperando el choque de la segunda vuelta para en cierto modo cerrar esa herida, que cicatrizara. Y porque la situación de abajo está muy apretada y era un día subrayado en rojo. Muric se lo perdió por un esguince.

Sylla fue el descarte, aún no está al cien por cien. El equipo de Ponsarnau mostró que tiene talento, que hay físico y ganas, pero las lagunas en ocasiones hacen padecer considerablemente por sacar los encuentros. Empezaron, como era obligado, con mucha concentración y determinación, un 8-0 en el que Rahkman llevaba cinco puntos. Pero el Lleida reaccionó, de la mano de Bozic, que puso por delante a los suyos con una bandeja a 3:02 para cerrar el primer acto: 16-17. El Surne cerró la zona, pero dejaba al rival posiciones de tiro cómodas. Los parciales iban para un lado y para otro, como dos boxeadores dándose golpes, aunque el dominio era local: 28-20. Entonces entraron en crisis anotadora, en el segundo cuarto, con una sequía de casi cuatro minutos y medio sin ver una canasta: 30-31.

El Lleida, muy lastrado por sus pérdidas, endureció su defensa pero no le pitaban faltas, la primera de esos segundos 10 minutos fue a Walden por sacar una pierna en un tiro lejano. Los bilbaínos, con Kullamae fuera de la rotación, empezaron a plasmar la habitual falta de solidez en la elaboración del juego, echaban de menos el orden, algo de concierto. La zona press 1-3-1 no tenía ninguna efectividad. Pero, con el rebote ofensivo de su lado (cogió más rechaces en el aro rival que en el propio), recobraron el pulso para ponerse 46-38 y se fueron al descanso con un buen saco de puntos: 48, y buenos porcentajes. Pantzar estaba siendo desequilibrante y De Ridder contagiaba con su entusiasmo. No había mucho que reprocharles.

RESUMEN

91 - Surne Bilbao Basket (28+20+20+23): Frey (11), Abdur-Rahkman (5), Zoran Dragic (11), De Ridder (14) y Hlinason (9) -cinco inicial-; Pantzar (11), Domínguez (5), Gielo (3), Jones (22), Silverio y Rabaseda.

75- Hiopos Lleida (20+21+17+17): Villar (4), Bropleh (9), Paulí (10), Madsen (6) y Oriola (8) –cinco inicial-; Van der Vuurst, Walden (6), Hasbrouck (7), Bozic (23), Goodwin (2), Hamilton.

Árbitros: Rafael Serrano, Arnau Padrós e Iyán González. Eliminado por faltas De Ridder (m.39).

Incidencias: Partido de la jornada 19 de la Liga Endesa disputado en Miribilla ante 8.284 espectadores. Dato oficial. Las jugadoras portaron brazaletes de color verde ‘esperanza’ dentro de una iniciativa para apoyar la lucha contra el cáncer.

Con el regreso del juego a la cancha un 11-3 en cuatro minutos estiró la diferencia de los locales hasta 15 puntos que empezaba a parecer una ventaja ya muy relevante: 59-44. Parecía confirmarse esa ruptura definitiva en el marcador cuando los de negro se pusieron 16 arriba a 1:23 del final del tercer cuarto (68-52), pero Bozic seguía sin dar el brazo a torcer y dio vida a los burdeos de cara al último tramo: 68-58.

Los colegiados pitaban falta a los locales al mínimo contacto y no eran tan puntillosos con el Lleida. Este siguió recortando diferencias para amenazar el triunfo local que parecía claro, con un triple de Walden (68-61), pero entre Jones y Domínguez devolvieron las aguas a su cauce anterior (75-61) a 8 minutos del final. Ya hasta el final, el Bilbao Basket llegó a soñar con incluso remontar el average. Pero no logró el botín máximo. Jones acabó en la Grada de Animación agitando una bandera y aporreando el bombo. El resto dio la vuelta de honor chocando manos con la gente. Fiesta total. Con un norteamericano así todos los días el Bilbao Basket tendría alguna victoria más. Ya llueve menos, la ansiedad se rebaja. Lo que preocupa es que el ansiado Silverio, tres semanas de espera para verlo, no acaba de arrancar.

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Ponsarnau destaca la solidez

Ponsarnau destacó la “solidez” de su equipo en la victoria, aunque lamentó que el criterio arbitral les “perjudicó” en su intento de remontar el average particular con el cuadro catalán. “Hemos tenido dos triples que se han salido de dentro y un rebote que se nos ha escapado que ha sido más una pérdida. Y creo que los árbitros les han dado muchos tiros libres igual que en Lleida se los dieron, curiosamente bastantes de los mismos árbitros. El criterio nos ha perjudicado en ese momento para conseguir el average, se quejó el técnico local.

Ponsarnau destacó además que su equipo estuvo “muy fuerte” entendiendo el partido “desde la energía” y con “buena mentalidad en el rebote”. “Los malos momentos han durado poco e intentamos alargar lo máximo los buenos momentos desde esa opción del rebote. Nos hemos sentido bien como equipo”, se felicitó.

A nivel general el técnico añadió que, a pesar de que considera de que han “jugado a un nivel para aspirar a más cosas” de las que están peleando ahora, les han faltado “victorias” y con la séptima de la temporada conseguida ante el Llieda son “el mejor equipo de todos esos” que luchan ahora por la permanencia. “Esa es la intención y tenemos que seguir luchando todos juntos porque nos queda una liga muy, muy dura”, señaló.

Encuentra: “Lo mejor, el ‘average”

Encuentra afirmó que el Surne Bilbao Basket fue el “merecido vencedor” del partido que enfrentó a ambos equipos en Miribilla y añadió que haber conseguido salvar el average particular con el conjunto bilbaíno fue “lo único positivo” que saca de este encuentro.

“Han jugado mucho mejor, han puesto más energía que nosotros y han dominado en casi todos los aspectos del juego”, admitió el técnico ilerdense tras el 91-75 encajado en el pabellón bilbaíno, con el que salvaron los 18 puntos de renta que obtuvieron en la primera vuelta como locales (84-66).

Encuentra consideró clave la “brutalidad” de rebotes ofensivos que capturó el Surne Bilbao (19). “Han cogido más rebotes en ataque que en defensa (17). A nivel mental nos hemos frustrado porque han estado mejor que nosotros y es una derrota que nos duele porque veníamos a ganar”, incidió el técnico.

Sobre la situación clasificatoria en la que queda su equipo tras esta derrota -empatado a seis victorias con Andorra, Granada y Girona dos triunfos por encima del colista Coruña-, Encuentra cree que a estas alturas de campeonato “hay que mirarlo con equilibrio”.

“Todavía quedan 15-16 partidos y está todo muy apretado. Ganas dos partidos y parece que sales y pierdes dos, te metes abajo y parece un drama. La verdad es que somos varios peleando en esa lucha por no descender”, reflexionó.

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