El Barça genera dudas a cuatro días de arrancar la temporada
Perdió ante el Hiopos Lleida (74-63) en el último compromiso de preparación. Juani Marcos se torció el tobillo.


Los resultados no son importantes en las pretemporadas, pero es que lo peor para el Barça de la derrota ante el Hiopos Lleida (74-63) no fue precisamente el resultado. A cuatro días de arrancar la temporada (juegan el martes en Bulgaria ante el Hapoel de Tel Aviv) se vio a un equipo todavía sin muchos automatismos, con demasiadas dudas y, al fin y al cabo, superado por quien será uno de sus rivales en la ACB. El Lleida, muy acertado al principio, muy serio después, se llevó meritoriamente una victoria tan trabajada como peleada. Es cierto que el Barça tuvo bajas y que seguramente se reservó para una exigente semana de tres partidos que tiene por delante, pero se espera más de un equipo que debe competir por los títulos.
Desde el primer momento se intuyó que el partido ante el Lleida iba a ser más parecido a un partido oficial que a un amistoso. Se ha acabado ya el tiempo para las pruebas y Peñarroya, sin Clyburn, Parra ni Núñez, puso en pista de inicio a un quinteto repleto de pesos pesados. En un ambiente magnífico, esto no es ninguna novedad en Lleida, el partido empezó a un ritmo brutal: 11-10 en poco más de tres minutos.
Hiopos logró estirar el marcador desde la línea de tres, con un acierto bastante bueno, en un cuarto en el que tiraron 10 triples cada equipo. Trataron de correr y sorprender al Barça, de poner velocidad donde faltaban centímetros, pero cuando el Barça se centró y encadenó un par de buenas acciones volvió a igualar el encuentro (21-22).
Durante los siguientes cuartos, sin embargo, el frenético ritmo se frenó. También el volumen de triples y el acierto de los dos equipos. Tuvo minutos Kosturica (Juani Marcos se marchó tocado al vestuario) en una evidente mejoría defensiva del Barça. Las rotaciones en el base (sin Marcos ni Núñez) obligaron a Laprovittola y Brizuela a manejar el equipo para darle algo de aire a Satoransky (32-34)
No fue hasta el tercer cuarto que el Barça consiguió una ventaja decente (36-43) pero con el Lleida totalmente dentro del partido. Intensos, fuertes y físicos, los árbitros permitieron bastantes contactos, el partido fue rapidísimo. Quizás por eso el Barça acumuló pérdidas y, ya en el último cuarto, volvió a meterse en un problema (54-46).
El Lleida, para deleite de sus aficionados y desgracia del Barça, no bajó el pistón. Lo paró Peñarroya a cuatro del final (67-56) y pese al intento final de Norris, con dos triples, nunca estuvieron en disposición de discutirle la victoria al Lleida.
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