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NBA | WIZARDS 120 - PISTONS 99

Cunningham naufraga ante los Wizards

Un Kuzma soberbio lidera a los Wizards a su tercera victoria de la temporada. Porzingis destaca y Cunningham no tiene el mejor día.

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Un Kuzma soberbio lidera a los Wizards a su tercera victoria de la temporada. Porzingis destaca y Cunningham no tiene su mejor actuación.
Geoff BurkeUSA TODAY Sports

Los Pistons tienen (mucho) camino por recorrer. Parece que la franquicia lleva ya al menos dos temporadas dando los pasos correctos hacia esa reconstrucción definitiva, eternamente postergada, y conseguir así recuperar la gloria de tiempos pasados que fueron (incuestionablemente) mejores. Pero muy lejano queda ya ese último proyecto que, como heredero de los Bad Boys de los anillos de 1989 y 1990, conquistó el título en 2004 (ante los últimos Lakers de Shaq y Kobe), llegó ininterrumpidamente a las finales de la Conferencia Este entre 2003 y 2008 (seis veces consecutivas) y disputó por última vez los playoffs en 2009. Ese año perdieron 4-0, al igual que las otras dos veces que han pisado los playoffs desde entonces, en 2016 con Stan Van Gundy en el banquillo y en 2019 con el mismo entrenador que tienen ahora, Dwayne Casey. En total, no ganan un partido en la fase final desde el 26 de mayo de 2008. Demasiado tiempo para una franquicia histórica.

Tras años de desgracias y de oportunidades perdidas, la versión más fantasmagórica de Blake Griffin (All Star y muy destacado en su última gran versión, en la 2018-19) y la inoperancia manifiesta de jugadores como Reggie Jackson y Andre Drummond, provocaron que se empezara una nueva reconstrucción. Cade Cunningham llegaba en 2021 tras pasar por Oklahoma State y con ínfulas y talento de jugador generacional. Le avalaron 17,4 puntos, 5,5 rebotes y 5,6 asistencias en una temporada rookie muy destacada, en la que sin embargo no se pudo llevar el premio a Rookie del Año, que recayó, no sin cierta polémica, en manos de Scottie Barnes. Y los Pistons no acabaron mal: consiguieron sumar 3 victorias consecutivas del 3 al 7 de marzo y otras tantas del 31 del mismo mes al 3 de abril. Había brotes verdes, Cunningham podía ser definitivamente el hombre del futuro y la competitividad aumentaba mientras se veían posibilidades de regresar a playoffs en el Este a corto plazo.

Esto no va a ocurrir este año, y probablemente tampoco en el siguiente, pero es necesario mejorar récords (23-59 el último curso), y bien apostar por conseguir ese número 1 del próximo draft que va con el nombre de Victor Wembanyama u olvidarse del tema (si es que eso es posible) y hacerlo lo mejor posible. De momento, y en su cuarto partido del curso, los Pistons han caído ante los Wizards en Washington en una actuación algo pobre en la que, sin embargo, todavía tenían posibilidades antes de encarar el último cuarto (58-75), en el que, vaya, acabaron colapsando. Cade Cunningham no tuvo su mejor actuación (19 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias), pero sigue por encima de los 18 tantos de media por noche, aunque no mejora en sus problemas de tiro: 7 de 19 ante los Wizards y apenas un 40% este curso. El mejor de los Pistons fue Bojan Bogdanovic (25 puntos, 8 de 13 en tiros), Isaiah Stewart llegó al doble-doble (13+10) y Jaden Ivey (11+2+4) va camino de convertirse, sin que sea suya la culpa (al menos, no en su totalidad), en uno de los fiascos históricos de la historia del draft. Al menos, si sigue así la carrera al estrellato de un Bennedict Mathurin elegido un puesto después de él y que es una delicia que hace magia en los Pacers.

Por su parte, los Wizards llegan al 3-1 y confirmar un buen inicio de temporada que ya tuvieron, antes de hundirse, el año anterior. Eso sí, ante rivales ligeramente menores (meritoria victoria ante los Bulls, pero dos más ante Pacers y Pistons) y con mucho camino por recorrer en una zona media del Este que va a estar llena de pelea y candidatos a playoffs. Kyle Kuzma fue el mejor (25 puntos y 6 rebotes, más de 20 de media en lo que llevamos de curso) y estuvo bien acompañado de Kristaps Porzingis (20+7). Una buena victoria de un equipo que se encuentra un poco en tierra de nadie (ni reconstrucción ni visas de avanzar más allá de una primera ronda, algo que ya de por sí tienen difícil) y que sigue teniendo a Bradley Beal (13+4+6 en menos de 22 minutos) como cara de un proyecto que intenta avanzar hacia el futuro, pero sin dejar del todo atrás un pasado reciente de éxitos cuestionables. Así es complicado.