Cae el telón en Miribilla, se avecinan cambios

Es el momento de hacer balance, pero sin demorar mucho el proceso, ya que en el deporte actual todo va a velocidad de vértigo y al que se duerme, se lo lleva la corriente. El Bilbao Basket ha acabado decimotercero, una posición más baja de lo que pensaba antes de que se cruzara la fatalidad de las lesiones. Así que está llamado a jugar la previa de la FIBA Europe Cup, ese torneo que casi le lleva este curso hasta la final. Le bajó de esa nube el Chemnitz, el campeón a la postre. Esta campaña no ha tenido un jugador que haya reventado los pronósticos, han destacado Killeya-Jones y Pantzar, pero dentro de un contexto en el que ha prevalecido el colectivo. Por contra, Smith, llamado a ser el líder tras su gran labor en la 2002-23, no ha dado el nivel esperado. la irrupción de Hornsby en la parte final reactivó la energía, pero fueron cayendo piezas, incluido él, y se desmoronó el castillo de naipes.

El Bilbao Basket ha tenido picos muy altos, ilusionantes, y lagunas que han bajado el suflé, como las dos tacadas de seis derrotas consecutivas. La dirección deportiva parece decidida a seguir los ejemplos de Pantzar y De Ridder, dos revelaciones en el campeonato, gente joven, con ilusión y piernas y con las que incluso se puede hacer caja en el futuro. Son dos de los jugadores que tienen contrato en vigor. También Rabaseda y Hlinason, todos ellos sin cláusulas de corte. Sí la alberga en su contrato Kullamae, sobre el que se trabaja para continuar un segundo año. A diferencia de 2023, cuando hubo que hacer un plan prácticamente de cero, es una buena base sobre la que construir el futuro inmediato.

Renfroe saldrá, porque se busca un base joven, un perfil similar al de Pantzar. La mayor capacidad de mejora está en la posición de alero. Rigo y Reyes, jugadores con muchos año y cariño en Miribilla que, además son cupos, saldrán. Hornsby es una opción, se valora su capacidad de inyectar energía a los partidos y su defensa. . Puede actuar en dos posiciones y le gusta a Ponsarnau. Encestando publicó recientemente que interesa Dani Díez, pero es solo un nombre más que está sobre la mesa. En cuanto al juego interior, Andersson ha ejercido de “pegamento defensivo”, pero solo se quedará con un contrato bajo, como el que ha tenido estos dos años, ya que la apuesta decidida va a ser De Ridder.

Y por dentro, Killeya-Jones va a recibir ofertas imposibles de igualar por parte del Surne. El club confía en una mejora de Hlinason y Tsalmpouris, que ha quedado fuera de la rotación desde hace meses, tendrá que buscar un nuevo destino. El domingo tras el último partido fue uno de los que sacó sus equipaciones para repartir entre la numerosa afición congregada. El club ha confirmado oficialmente que no seguirá. Se ha despedido el 4-5 griego: “No es la forma en la que desearía irme, pero la vida rara vez nos da las cosas como deseamos... Quiero agradecer al Bilbao Basket y a todos los aficionados su apoyo durante las últimas dos temporadas. A pesar del amargo adiós, Bilbao siempre estará en mi corazón como una de las etapas más bonitas de mi vida. Hasta la vista”. La primera de unas cuantas bajas.

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