Álex Reyes, centenario feliz en ACB
Ya se ve como un un hombre reconocido en la élite e incluso ha llegado a la internacionalidad. “A día de hoy soy un jugador asentado en la Liga”, esgrime. Extrañeza en Bilbao por el desconocimiento del ‘average’ por parte del Breogán
Hace tiempo que Álex Reyes dejó de escuchar la cantinela esa de ‘hijo de Miguel Ángel’, aquel gran jugador que pasó por Valladolid, Cáceres y Baskonia, entre otros equipos. El alero del Surne Bilbao Basket ha alcanzado los cien compromisos en la ACB, los dos primeros con el Valladolid y los 98 restantes como ‘hombre de negro’. Lo celebró el miércoles por todo lo alto, cogiendo el rebote decisivo y anotando los dos tiros libres, tras falta de Bamforth, para superar el ‘average’ ante el Breogán y arrebatar a este la décima plaza. Se enfrentaba a uno de sus exequipos, donde empezaba a curtirse. “Van pasando los años. El otro día vi el grafico ese de los cien partidos: ojalá sean los primeros de otros tantos”. Ya se ve como un jugador reconocido en la élite e incluso ha llegado a la internacionalidad. “La primera temporada se me hizo complicada, con una difícil adaptación por el cambio a una nueva liga, el COVID, el toque de queda y no poder salir de casa... A día de hoy soy un jugador asentado en la ACB, totalmente diferente al que llegó aquí hace tres temporadas y confío que vengan muchos más partidos”, recalca sonriente.
Pero la pelea de este año no ha acabado. Van a exprimir las remotas opciones que aún les quedan de alcanzar un puesto entre los ocho mejores, para lo cual, además de esperar los tropiezos del Valencia Basket (tienen una cita ante el Fuenla y lo normal es que zanjen ahí el debate), el equipo de Ponsarnau debe ganar sus partidos frente al UCAM Murcia, a domicilio, y Unicaja. “Es complicado, pero hay que pelearlo. El objetivo inmediato es la décima plaza para evitar la previa de Champions, pero no vamos a dejar de lado la octava. ¿Por qué no vamos a sacarlo? ¿Quién nos dice que sacamos los dos partidos y se le complica a Valencia? Puede ser un final bonito”, desea el alero extremeño.
Murcia es una nueva estación a domicilio para los ‘hombres de negro’, que por lo tanto tienen la última oportunidad de romper la racha lejos de Miribilla, donde acumulan diez derrotas consecutivas y en ACB y tres en la Champions. “Además de ser una noticia fantástica para la clasificación nos haría revertir la imagen como visitantes. Es un debe de este final de temporada. Fuera de casa no tenemos buenas sensaciones, pero lo último que debemos hacer es pensar en haber perdido tantos partidos fuera. Sería una actitud derrotista y así estamos más lejos de ganar. Vamos a Murcia con todas las ganas y al final veremos qué ocurre”, explicó Reyes. Además de los resultados, el alero extremeño dio también importancia a acabar la Liga “dando la mejor imagen posible” en una temporada “con muchos altibajos, lesiones y momentos muy buenos y muy malos”. “A los equipos más humildes, con plantillas más cortas que las de los ocho primeros, se nos puede hacer más cuesta arriba el final, pero hay que estirar el chicle y dar lo que podamos. Contra Breogán dimos esa imagen de equipo aguerrido y que presenta pelea cada día”, recalcó.
Álex se va a ver las caras con Rojas, uno de los jugadores más duros de la ACB. “Si no se le pitan esas faltas, un poco excesivas, será que juega al límite y ese es el límite. Es un aspecto en el que tienes que ser fuerte mentalmente, va con esa actitud de comer o ser comido. Es un jugador muy duro, esas acciones en ocasiones pueden ser cuestionables, pero es el nivel de la Liga, si no puedes adaptarte a él, no mereces estar en esta competición. Contamos con que va a plantear este tipo de partido”. Más claro, agua, aunque se mordió la lengua.
En el seno del Bilbao Basket ha extrañado mucho el desconocimiento del ‘average’ real entre Bilbao y Breogán en el partido del miércoles, un detalle que puede resultar crucial para obtener plaza en competición europea sin pasar por una previa. Mrsic creía que era de 14, dos puntos menos de los reales, y nadie le sacó del error. Ponsarnau trata de restar hierro a ese asunto, que parece gravísimo: “El Breogán ha hecho una temporada enorme y empañarla por un error humano, no sería justo. Sí miramos de tenerlo claro, solo hubo una duda en un momento, el tanteo global, porque estábamos a 16. Erik Badiola (el delegado) hizo la cuenta y teníamos claro que 16 no eran suficientes y por eso tratamos de romper esa situacion con falta”. El preparador de Tàrrega no ve opciones de dar el salto a la zona de playoff porque está convencido de que el Valencia Basket logrará esa última plaza que aún está bailando. “No sé si fue un error por mi parte, pero hace ya unas jornadas que veíamos el playoff poco viable y encaramos el objetivo de Europa y me mantengo”, apuntó.
La última derrota fuera se remonta al 17 de diciembre del pasado año, en Manresa. “Hay un estímulo que debemos utilizar y es que no hay otro partido. Se trata de darlo todo y encontrar nuestras máximas capacidades frente a un rival sólido, consistente y con una buena mentalidad competitiva”, reflexionó Ponsarnau. Éste comentó que tras la jornada de descanso de la que disfrutó la plantilla ayer, confía en poder contar con un Andersson, que “está más cerca” de recuperarse de sus problemas físicos en la muñeca y la espalda. También espera disponer de Ubal, a pesar de los problemas de fascia que arrastra desde hace un tiempo el base uruguayo.