Rabaseda, juez ante su querido Barcelona
Es uno de los enemigos el domingo en el Palau con el Bilbao Basket ante un rival que se juega la Copa. Se formó en La Masia. “Tenemos mucho que ganar y poco que perder en el Palau”.

Rabaseda parece otro desde que ha vuelto. Tuvo que parar por una fractura en la muñeca izquierda y admitió que vivió semanas duras, ya que asistió a cinco derrotas consecutivas que asomaron al equipo al descenso. Ahora hasta se permite bromear: “Los tornillos me los han puesto bien”. Está anotando, aunque no es su principal cometido, y por fin ha lanzado sus primeros tiros libres de la temporada. El año pasado sufrió una fractura de la mandíbula. Gajes del oficio del jugador llamado a liderar la defensa del Bilbao Basket, como Hervelle en el pasado.
En tres ocasiones, ante Manresa, Coruña y Andorra, quiso presentarse voluntariamente como integrante del banquillo, vestirse de corto, aunque no tenía el alta médica, para animar y aportar algún detalle táctico a sus compañeros. Un entrenador más, vaya. “Parecía que estábamos sin alma, con el equipo a la deriva”, lamenta. “Al final somos un equipo y para eso estamos. Parece que tuvo efecto y se consiguió ganar. Ahora a seguir trabajando porque queda mucha liga. Hace 15 días parecía que Girona estaba descendido y ahora, no. Más adelante podemos ser nosotros y hay que estar alerta y seguir en la línea que estábamos para cuanto antes conseguir victorias”, reflexionó.
Todo ello tras tocar fondo con la debacle en el Barris Nord. Sobre ese “detonante” de Lleida, reveló que en el vestuario hablaron posteriormente que antes de achacar los malos resultados a facetas del juego como el tiro exterior “hay muchas cosas, como el esfuerzo, el sacrificio, dar el máximo y no dar un balón perdido, que se tienen que hacer bien”. “Cuando tienes todo eso, puedes poner el acierto como aspecto a mejorar, pero ha habido otros partidos donde no hemos tenido acierto y hemos ganado y jugamos mejor que en otros que tuvimos mucho acierto. Hay que encontrar un equilibrio en eso y no solo fijarnos en los datos”, recalcó el alero de Ripoll.
El caso es que el domingo se enfrenta al Barcelona, el equipo en el que se formó. Se hizo jugador en La Masia y ha asistido a la decadencia de un club que era admirado por medio mundo. Ahora se juegan la presencia en la Copa. El capitán de los ‘hombres de negro’ aseguró que encaran la visita al Palau “con mucho que ganar y poco que perder” frente a un rival que está “jugando muy sólido” en sus últimos partidos. se salvaron de la quema ante el Granca y lograron un triunfo de prestigio ante el Panathinaikos, el vigente campeón continental.
El Barça vive un año de turbulencias. La grave lesión de Laprovittola fue un mazazo y Peñarroya está muy cuestionado. Hay caso Willy, ya que el pívot internacional no cuenta para el técnico. Y el amago de fichaje de Heurtel fue la gota que colmó el vaso. “Quizás no es su mejor temporada, pero sí están en su mejor momento de esta temporada y no dejan de ser el Barça. Aunque estén en esta situación seguro que van a ir hacia arriba y van a optar a ganar todos los títulos. No tengo ninguna duda”, recalca Rabaseda.
El alero catalán añadió que la actual situación del Barcelona “no es nueva” y recordó que en su etapa en el Barça se clasificaron para la Copa en el último partido ganando el Madrid en el Palau con Navarro metiendo 40 puntos. “A veces pasa, son ciclos. Nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo y seguir construyendo el equipo. Tenemos una pieza nueva -el escolta dominicano Silverio- que nos va a ayudar en la segunda vuelta y vamos a intentar que esté en la dinámica lo más rápido posible”, señaló el alero de Ripoll, que, en su larga carrera, solo ha ganado una vez como visitante en el Palau, con el Gran Canaria. Un jugador de un perfil muy similar a Sergi Martínez, también canterano y que se ha tenido que buscar la vida en Girona.