La renovación de Tavares con el Real Madrid, estancada
El pívot y el club mantienen posturas alejadas y hay cierto desgaste. La directiva blanca le ofrece una mejora, pero sin llegar a su actual valor en el mercado.
La renovación hasta 2028 de Deck y el fichaje de Campazzo hasta 2027 son las dos grandes operaciones del Real Madrid este verano. El club también ha apostado por la continuidad de Sergio Rodríguez y de Rudy y ha dado las bajas a Williams-Goss, Hanga, Cornelie y Randolph, que quedaban libres (o se podía poner fin a su contrato). No se intuyen más incorporaciones, aunque hay que dejar un resquicio abierto al mercado. Y tampoco parece sencillo que el baloncesto blanco logre uno de sus principales objetivos de los últimos meses: la continuidad de Edy Tavares más allá de junio de 2024, cuando acaba su actual vinculación por cinco temporadas firmada en el verano de 2019.
La renovación del tres veces mejor defensor de la Euroliga y vigente MVP de la Final Four está ahora estancada, muy estancada, tras varios meses de gran desgaste entre las partes sin avances significativos. El Madrid tenía con la actual ficha del pívot un tope salarial para no sobrepasar en ningún caso los 3,5 millones de euros brutos anuales (por debajo de los dos millones netos), de ahí que fuera tan cauto con los números, por ejemplo, en las conversaciones para recuperar a Campazzo, en las que en otoño pasado hubo bastantes fricciones.
Oferta por encima del tope actual
El Madrid está dispuesto a rebasar ese límite, pero sin excederse, y el jugador, al que nadie le discute la etiqueta de pívot más determinante de Europa, quiere un contrato a la altura del mercado, en el que referentes como Sloukas han firmado este verano por más de tres millones netos. Quizá sea un mercado disparado, inflacionista, y seguro que con 31 años y en el mejor momento de su carrera Tavares sacrificaría salario a cambio de más años de contrato, pero incluso con esa flexibilidad las posiciones de ambos no se tocan, hay una diferencia sensible sin visos de solucionarse.
Tavares, pese al interés de una franquicia NBA y el de varios de los grandes de la Euroliga (el Panathinaikos ha reconocido públicamente que ha querido ficharle), desea seguir en Madrid, pero está ante su último gran contrato y pretende que se le valore como lo que es, una de las piezas más diferenciales del continente. Su cláusula de salida es muy elevada y no se plantea dejar el equipo blanco este verano, tampoco lo desea, aunque en once meses será libre y...
El precio justo
El Madrid espera poder convencerlo en este tiempo, pero su cotización (al margen del riesgo de cualquier problema físico) puede seguir creciendo y ya sin ataduras contractuales. El gran obstáculo es que lo que le ofrece el club, y hablamos de la planta noble, unos pisos más arriba de los responsables de la sección, no es suficiente. La diferencia de fiscalidad en Europa no ayuda. Más allá, hay unanimidad en que Tavares es el gran pilar del equipo (seis temporadas, dos Copas de Europa y 75 dobles-dobles, partidos con más de diez puntos y más de diez rebotes); pero no la hay en el precio justo.