El Bilbao Basket quiere a Lakovic
El perfil del técnico esloveno, que ya estuvo el frente en Miribilla en el tramo final de la Liga hace cuatro años, gusta a la dirección deportiva. Tiene que desvincularse del Ratiopharm Ulm.
Tras el anuncio de Mumbrú de que cerraba su etapa en el Bilbao Basket, este tenía varios perfiles marcados. El preferido es Jaka Lakovic, que ya conoce el club tras el paso hace cinco años, aunque vivió la amargura del descenso en 2018. Llegó como ayudante con Duran y luego siguió por esa línea cuando este fue destituido y aterrizó Mrsic, que fue apartado de su puesto tras una derrota ante el Unicaja en Málaga. Finalmente cogió las riendas en el tramo final de aquella fatídica temporada, durante un mes. El equipo ofreció una mejora ostensible, pero el lastre de derrotas era muy grande y hubo muy mala suerte en varios compromisos, especialmente ante el Obradoiro. Más adelante llegó la caída matemática ante el Baskonia, en un derbi también con mala pata. Murcia y Burgos eran ya partidos sin nada en juego. Cuatro derrotas. Después se fue como ayudante al Joventut, con el propio Duran.
Ahora, a sus 43 años, Lakovic está entrenando en el Ratiopharm Ulm, donde ha realizado un buen papel durante tres años, con un juego muy atractivo. En la 2019-20, el equipo llegó hasta las semifinales y perdió ante el Ludwigsburg; al año siguiente repitió el resultado, esta vez frente al Alba Berlín; y hace unas semanas llegó hasta cuartos, donde una vez más no pudo con el Ludwigsburg. Su consagración llegó en octavos de las Eurocup, donde apeó a un Joventut que llegaba como líder de grupo y con aspiraciones de llevarse el título. Ganó el pulso a Duran, uno de sus mentores. Tiene contrato en vigor, pero dispone de una opción unilateral de romperlo en un caso como este. El Bilbao trata de convencerle y le atrae la idea de un regreso a la ACB, aunque sabe que retornaría a un club humilde, sin el poderío económico que tiene ahora mismo en Alemania. Su esposa catalana también tira mucho, por el regreso a casa. El primer acercamiento del Surne resultó un fracaso, pero ahora las posturas están más próximas.
Jaka ha sido un base de primerísimo nivel. En 2002 firmó por el Panathinaikos, gracias a la insistencia que Obradovic, que quedó impresionado en un cruce de la Euroliga. Tuvo la responsabilidad de hacer olvidar a Bodiroga. Explotó como gran estrella. Luego pasó por el Barça y siguió un camino hacia la cúspide. Jugó el Mundial de baloncesto de 2006, en la primera participación de Eslovenia en una cita de este tipo, quedando eliminados en octavos de final en un partido muy igualado contra la selección turca. En la temporada 2008-09 consiguió su primer título liguero con el Barça y posteriormente, la Supercopa. El bagaje es de tres Copas y dos Ligas. En la temporada 2009-10 se alzó con la Euroliga como culé, la segunda de la historia en el Palau. Más tarde inició un periplo fuera (Galatasaray, Air Avellino y Gaziantep) y volvió al Barça en 2015, para jugar en el filial azulgrana como jugador-entrenador ayudante (de Julbe). Al término de la temporada anunció su retirada de las pistas. En Bilbao estuvo al frente con la pizarra en un período que se le hizo corto, la ciudad le encantó. Su opción es prioritaria, pero Ponsarnau también está en la recámara.