Carroll: “Echo de menos a Felipe, Campazzo, Rudy, Llull, Chacho...”

Gustavo Ayón (37 años), se retiró oficialmente en un fin de semana muy especial en el que se celebró un partido amistoso en el que jugó con un elenco de excompañeros contra la selección de México. El pívot ganó 16 títulos en una carrera extraordinaria, doce de ellos con el Real Madrid. Así que no podía faltar representación del club blanco, con Jaycee Carroll y Jonas Maciulis, dos que formaron con él a las órdenes de Pablo Laso.

En una jornada muy especial, tanto Ayón como Carroll y Maciulis hablaron con AS sobre lo que significaron sus años en el Real Madrid y sobre el adiós de un jugador que es, seguramente, el mejor de la historia del baloncesto mexicano.

Carroll: “Ayón me ayudó a ser mejor”

¿Cómo le va, Jaycee?

Todo bien. Encantado de estar aquí en México, compartiendo este día con Gustavo. Ha sido un verdadero placer, un privilegio jugar con él hace algunos años.

¿Qué significa Gustavo Ayón para usted?

En él hemos tenido a una pieza diferente, especial, que nos llevó y nos dio la oportunidad de ganar muchos títulos. El baloncesto lo teníamos. Después, fuera de la pista, compartíamos pasiones: convivir con las familias, dedicarnos a nuestros ranchos y llevar una vida tranquila fuera de la cancha. Siempre fue un jugador que me ayudó a ser mejor.

¿Cuál fue la clave para que el Real Madrid de aquella época lo ganara todo?

El Real Madrid en aquel entonces hizo un trabajo increíble. Fichó a jugadores que formaron un bloque durante muchos años. Llegó a ser una familia. Echo mucho de menos a Felipe, Campazzo, Rudy, Llull, ‘Chacho’, Trey Thompkins; estuvimos juntos durante cuatro o cinco años. Con esa continuidad pudimos tener mucho éxito.

¿Cuál es el mejor recuerdo de sus años en el Real Madrid?

Por supuesto, las Euroligas, pero todo empezó con la primera Copa del Rey que ganamos, en 2012. Ahí cambió nuestra mentalidad, la actitud que el Real Madrid tenía. A partir de eso llegó 2015, cuando ganamos la Euroliga, y luego repetimos en 2018. Esas victorias son los mejores recuerdos que tengo.

Su puntería sigue intacta, como si no se hubiera retirado…

Sinceramente, no he jugado cinco contra cinco en catorce meses, pero tengo una hija que juega al baloncesto. Para ayudarle estoy tirando un poquito para demostrarle cómo se hace (risas). Así que, en ese sentido, sí, a veces estoy algunos días tirando.

¿Cómo va el retiro? Leí que está en Utah dedicándose a su rancho al 100%...

La vida es muy diferente. Tengo mucho que hacer, con mi familia, mis hijos, el rancho, pero también es una vida mucho más tranquila. Estoy dedicándome a mi familia, no estoy viajando tanto. Echo mucho de menos momentos importantes de partidos, de luchar, de competir; pero los viajes y los entrenamientos, no tanto.

Maciulis: “Un gran profesional con un gran corazón”

¿Qué opinión tiene de Gustavo Ayón?

Es un jugador que tuvo una gran influencia en los partidos y en todos los títulos que ganamos juntos. Fue uno de los grandes en el Real Madrid. Un gran profesional siempre y, además, con un gran corazón. Nos ayudó a dar el paso adelante para ganar más campeonatos.

Se enfrentó a él en el Mundial de 2014, en un México-Lituania. Incluso tuvieron un altercado. ¿Qué recuerda de ese partido?

Sí, ganamos. Pasó algo gracioso: al final tuve una pelea con él, porque estuvimos todo el tiempo en la cancha golpeándonos como parte del juego, y dos semanas después nos tocó ser compañeros de vestuario. Pasamos página. Lo olvidamos, hoy es una anécdota. Nos volvimos amigos desde entonces. Ese partido fue muy bueno: lo mejor es que lo ganamos, como deberíamos (risas).

Jugó en la versión más ganadora en la historia del Real Madrid, un plantel histórico.

Sí, éramos un gran equipo. Sin duda es el mejor equipo en el que jugué. Después de varios años pudimos lograr el triplete (2015). Con eso te puedo decir que era, sin duda, una de las mejores plantillas en la historia del Real Madrid.

¿Cómo lleva la retirada?

Muy bien. Sigo conectado al baloncesto. Regresé a mi país. Estoy trabajando como mánager del Kėdainiai Nevėžis, un equipo de la liga que está cerca de mi ciudad natal. Estoy muy bien. Ahora tengo más tiempo también para estar con mi familia. Una vida diferente, pero la disfruto de igual manera.

¿Sigue jugando?

No, para nada. Solo intento mantenerme en forma. Un poco de entrenamiento, de gimnasio, y es todo. Pero no, no juego ya.

Pues no se notó en la cancha, parece que podría seguir jugando…

Bueno, estoy en forma, pero prácticamente no tomo la pelota ya. La última vez que jugué fue para el partido de despedida de los hermanos Lavrinovic (Darjus y Ksistof) en junio. Corro y entreno, pero nada de baloncesto. Necesito descansar un poco de él.