“Inadmisible” Barça
La situación del Barcelona se tornó “inadmisible”, como Peñarroya calificó la derrota frente al Girona horas antes de ser despedido. El club azulgrana, ante más decisiones trascendentales.
Joan Peñarroya abandonaba cariacontecido Fontajau después de una derrota durísima del Barça frente al Girona. Más que lo que supone en términos clasificatorios, que también es un tema, era la imagen que se arrastra en la sección la que hacía que todo estuviese a punto de saltar por los aires. Así fue. El puesto del entrenador peligraba como lo hizo el año pasado, cuando la falta de presupuesto le mantuvo en el cargo a pesar de que no se estuviera conforme con él, y esta vez sí se apretó el botón del pánico. Óscar Orellana se hace cargo del banquillo de forma interina, pero todas las miradas apuntan a la misma persona: Xavi Pascual, ahora en el paro.
Imagen paupérrima del Barça este domingo 9 de noviembre. Llegó a estar -23 con un conjunto que pelea por no descender de la Liga Endesa (aunque también le ganó el curso anterior). La caída, 96-78, les deja con el mismo balance que los gerundenses pero en realidad por debajo merced al propio enfrentamiento directo. El cierre de 2025 va a ser otra vez un problema en la competición patria, donde sólo los ocho mejores van a la Copa; 2-4 para ellos, alejándose de la zona que da acceso a la misma. Es, de todas formas, una pelea que se vuelve secundaria cuando lo que está en cuestión es la imagen del equipo y de la institución. En la Euroliga, por poner el otro ejemplo, están en positivo, cinco victorias por cuatro derrotas, pero el Clásico ha hecho mella porque expuso sus miserias a ojos de medio mundo.
El Barça se encuentra ahora con decisiones que se deben fundamentar a medio y largo plazo pero tomándolas en el corto. Miles Norris, por ejemplo, está más fuera que dentro. El interior estadounidense ocupa plaza de extracomunitario, por lo que se supone que debe dar un plus a la plantilla que está lejos de ocurrir, y no cuenta para este cuerpo técnico. Adaptación nula y falta de conexión con el entrenador. Ni en partidos complicados ni en sencillos. El mercado de fichajes está crudo en esa posición, pero se intenta buscar un reemplazo que no se quede a cero un día sí y otro también.
Josep Cubells, el directivo de mayor rango en la sección, ha repetido desde verano que no se ficharía más. No se abrió la veda ni cuando se supo que Juan Núñez, base internacional, tuvo que operarse la rodilla derecha debido a problemas recurrentes en la misma. Peñarroya ha estado un mes sin Laprovittola, con un Marcos inexpertos en grandes citas y tirando de Satoransky aunque sus mejores días hayan pasado. Poco más se puede hacer ante ello. Tras el Clásico, según avanzó Fernando Polo en Mundo Deportivo, Joan Laporta y el encargado del básquet llegaron a la conclusión de que había que sacar algo más de presupuesto para arreglar este problemón. Podrán fichar. Y el cambio en el banquillo, que implica una indemnización y un contrato nada desdeñable, incluye otro desembolso.
En Barcelona se frotan las manos con la posibilidad que ha abierto un protagonista del pasado. Xavi Pascual, el líder en banquillo de una de las épocas más lustrosas del club si no la que más, está en la recámara. Pero esta vez es en serio. Las pretensiones económicas del de Gavà son más reducidas que hace años, cuando entrenaba en Rusia y ganaba mucho dinero, y él mismo se postula. Hace unos días, ejerciendo como comentarista televisivo, no sólo no rehuyó el tema sino que hizo hincapié en que aceptaría negociar para volver. Se entiende que vendría con algún fichaje bajo el brazo.
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La 2024-25 fue harto injusta con el papel de Peñarroya y los jugadores que tenía. Sin arcas para actores de primer nivel, más que los Punter o Parker de turno, el equipo cayó en cuartos de final de Liga, Copa y Euroliga pero dando una imagen más lúcida de lo que dicen los números. No estaban hechos para las fases decisivas, eso es igual de cierto, y la falta de elementos en la rotación les trituró físicamente hasta llegar sin piernas a primavera. En esta 2025-26 la muestra es menor, sólo ha transcurrido un mes y medio desde que las competiciones oficiales están en marcha, pero el redoble de la apuesta no ha funcionado. Hasta los jugadores -hagan o no la cama- lo sabían. Nico Laprovittola, veterano con poso, tenía claro el diagnóstico: “Hay que pedir disculpas y hacer una autocrítica muy fuerte. Somos los jugadores los que no estamos respondiendo. ¿Entendería que el club cambiase de entrenador? La respuesta es sí". En la directiva, el pitado Cubells, el incorporado Trías, Juan Carlos Navarro y Mario Bruno Fernández, captaron el mensaje y ejecutaron el despido. Unos minutos antes de Lapro, al micrófono de Ruth Gumbau (3Cat) nada más terminar la faena, Peñarroya había dejado ver el ánimo de todos: “Poco que decir. Día para buscar pocas excusas. Partido inadmisible. Ahora no nos sentimos con fuerzas con el partido que hemos hecho”. Ya es pasado.
Fichajes en Barcelona
Desde hace dos años y aquellas desvinculaciones costosas de Jasikevicius, Cory Higgins y Nikola Mirotic el Barça cortó el grifo para las secciones polideportivas. De ahí que se apostara por Grimau, a bajo coste, y que a Peñarroya se le dejara continuar el año pasado pese a resultados que en otras circunstancias no lo habrían permitido. Se ha recortado el presupuesto para miembros de la plantilla tanto como para que con el Real Madrid, que este año asumirá máximos en ese aspecto, haya una diferencia demasiado pronunciada. La pasada campaña, con Núñez y Lapro fuera de juego, no se fichó a nadie en la posición de base; este curso, de momento, tampoco. ¿Ejemplos palmarios? No renovar a Youssoupha Fall en julio y recuperarlo en agosto al no tener otra salida. Es por ello que, cambiando el entrenador, se debería abrir de nuevo el caudal para fichajes. La prioridad es un ‘4′ o ‘5′, con los mencionados Fall y Norris en el alambre. Pascual, o el que acepte, no lo haría sin un nuevo impulso a la plantilla, que adolece de unos básicos.
Xavi Pascual y los recuerdos
Xavi Pascual Vives, de 53 años, viene de entrenar al Zenit ruso de 2020 a 2025. Desde verano se encuentra sin equipo. En los años dorados del Barça comenzó en el B, fue asistente otros tres y saltó al primer plano por las circunstancias (Dusko Ivanovic fue destituido). Entre 2008 y 2016 pintó de oro la sala de trofeos del club: 1 Euroliga (2010), 4 Ligas (2009, 2011, 2012, 2014), 3 Copas (2010, 2011, 2013), 4 Supercopas (2009, 2010, 2011, 2015), etc. ¿Volverá?
Ni más ni menos que pasar por ese aro es perentorio para que el Barça tenga un mínimo de esperanza en este curso y en los venideros. Con jugadores de mucha edad, igual de experiencia, se sacan victorias fáciles a principios de año pero se puede llegar sin fuelle al final, a lo mollar, y ni siquiera en este comienzo van rodados. Es lo que ya ha filtrado Pascual al ver su nombre ultramencionado como futurible del Barça: o se ficha algo más o no hay apuesta que valga. La incorporación del técnico catalán no pasa tanto por sus emolumentos, que en los últimos años han sido cuantiosos y son una de las razones que le han alejado del mesiánico regreso: se debe gastar dinero en mejorar el plantel. Lo justo que va el presupuesto del fútbol, entre herencias y palancas, maltrata las inversiones en las demás secciones. Tras Saras, cero títulos en dos años; en el tercero, el vigente, el Barça ni siquiera ha jugado la Supercopa debido a su mala clasificación. No es de hoy ni de mañana, y Pascual lo sabe, pero a él conduce todo camino.
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