2023: el año del terremoto
Con LeBron como agente libre, el verano de 2023 será, si las cosas no se resuelven antes, uno de los más movidos de la historia reciente de la NBA.
Estamos en pleno verano, en mitad del mercado de fichajes de la NBA. Sin embargo, son ya muchos los que tienen la mirada fija en el próximo año por estas fechas. Una época en la que los cimiento sde la mejor Liga del mundo pueden resquebrajarse e incluso romperse, en el que hay tantos frentes abiertos que todo podría pasar. En una Liga como la norteamericana, poliédrica y estructuralmente fiable, todo es posible y, a la vez, nada lo es. Pero pocas veces se ha afrontado una situación así, con tantos agentes libres poderosos dispuestos a salir al mercado y cambiar las reglas del juego. Hacer favoritos a equipos que no lo eran, sentenciar proyectos, encarar la recta final de determinadas estrellas o señalizar cuáles son las que van a dominar la competición en el futuro.
LeBron James sería la pieza angular del próximo mercado, que afrontaría con 38 años y camino de los 39. Con 11 meses por delante para que todo esto ocurra. La leyenda viva del baloncesto no tiene fecha de retirada: en 2018, firmó un contrato de 153,5 millones en cuatro temporadas y, en 2020, una extensión de dos años a partir de 2021 a razón de 85,6. El Rey percibirá más de 44 millones en la 2022-23 antes de ser agente libre y no ha dado pistas sobre su futuro. Son muchas las fuentes que indican que LeBon está cómodo en Los Angeles y se quiere quedar en la ciudad de la luz, pero la opción de regresar a los Cavaliers para disfrutar en su casa, Ohio, de los últimos años de su carrera, está ahí y nadie consigue aclararla.
De momento, el entorno de LeBron no ha dado ninguna pista y el propio jugador podría estar esperando a ver qué ocurre en la presente agencia libre para tomar una decisión. James ya ha filtrado que no quiere a Russell Westbrook en el equipo y su sustituto favorito es Kyrie Irving, con el que ya compartió equipo en los Cavs, con el anillo de 2016 como joya de su particular corona. La dimensión social de LeBron en Cleveland es enorme, su compromiso con la ciudad en la que nació es brutal y es todo un héroe en un lugar que desea su regreso a pesar de tener un proyecto joven y prometedor. De una forma u otra, LeBron podría optar a un nuevo contrato de casi 100 millones de dólares en dos temporadas, el máximo de tiempo que puede firmar un jugador de 38 o más años según los estatutos de la Liga.
Los Lakers podrían tener una última bala para atraer a LeBron en caso deno poder traspasar a Westbrook. Utilizar el espacio que deje el base en 2023 (cobrará 47 millones de dólares esta temporada) para fichar jugadores de rol que rodeen a LeBron y a Anthony Davis. Algo así hicieron en 2019, cuando firmaron a Danny Green, Kentavious Caldwell-Pope , Alex Caruso, Avery Bradley y JaVale McGee. El año del anillo. La llegada de Kyrie apaciguaría solo ligeramente a la estrella, ya que el base también es agente libre el próximo verano. Una situación en la que también se podría encontrar James Harden en caso de que rechace su player option con los Sixers. Otra grandísima estrella. De una forma u otra, LeBron sigue sin dar pistas y los Lakers contienen la respiración. Al igual que el resto de la NBA.
El problema de los Warriors
LeBron James no será el único que esté en el punto de mira en 2023. Los Warriors tienen también mucho en qué pensar, ya que pagan una ingente cantidad de salarios que superan el límite salarial y se verán obligados a pagar esta temporada casi 350 millones de dólares en multas y sueldos. Si Jordan Poole, Andrew Wiggins y Draymond Green continúan en Golden State a partir de 2023, las multas ascenderían a 400 millones, una cifra jamás vista y que ha defendido Bobby Marks en un espectacular artículo en la ESPN. El problema está sobretodo en Green, que tiene una opción de jugador de 27,6 millones. Según las reglas de la Liga, si un jugador se sale de la player option y firma un nuevo contrato, el salario a percibir en el primer año del nuevo contrato debe ser, como mínimo, igual a lo que percibiría en caso de no rechazar la player option. Es decir: muchísimo dinero.
Las cuentas en este caso son sencillas: si los Warriors deciden renovar a toda su plantilla y alargan por tres temporadas más el salario de Klay Thompson, tendrían que pagar 201 millones de dólares en impuesto de lujo que, unidos a los 200 millones que deben pagar en salarios, nos llevaría a una cifra de 401 millones de dólares en gasto. Una cifra, repetimos, jamás vista hasta ahora y que algunos han criticado dentro de una NBA que siempre tiene su legión de detractores y seguidores cuando una dinastía histórica emerge. Al final, los Warriors han construido la base de su histórico equipo desde el draft, independientemente de que se hayan convertido en estrellas y ahora cobren como tal. Y son, de nuevo, los vigentes campeones de la NBA. Para variar. Equipos como Clippers también entrarán en el impuesto de lujo el próximo año. A ellos se unirán Celtics, Mavericks, Bucks, Sixers y Suns. Junto con los Warriors, son un total de 11 equipos de 30 posibles, una cifra que ha sido mayor en otras temporadas.
El futuro
La NBA y la Asociación de Jugadores anunciaron el pasado mes de enero la firma oficial del nuevo convenio colectivo. Este acuerdo entró en vigor el 1 de julio y estará en marcha durante siete temporadas (2023-24). Tanto la CBA como la mejor Liga del mundo, dirigida por Adam Silver, tienen hasta el 15 de diciembre para excluirse del nuevo convenio, lo que abocaría a un nuevo lockout en diciembre. Sin embargo, y con ya 11 años de paz entre sindicato y organización, no se espera que esto ocurra y, aunque habrá determinados ajustes (en lo referente a la edad, el impuesto de lujo o el reparto de ingresos), el convenio prevalecerá y estaré en vigor durante los próximos siete años.
Eso, sin embargo, es un tema a largo plazo. Ahora mismo, y más allá de las próximas extensiones del contrato rookie o los supermáximos que se puedan firmar o hacer efectivos en el futuro más cercano, 2023 será el gran verano que tendremos por delante. La gente estará pendiente de lo que pase entonces con Kyrie, con Harden; de qué contrato puede conseguir Westbrook y cuál es su valor real en el mercado. Y, sobre todo, qué hará LeBron James. Una decisión que podría marcar el futuro de ambas Conferencias, de los Lakers y de los Cavaliers. Todo el mundo está a la espera. Se quiere saber dónde finalizará su carrera LeBron. Por mucho que el jugador no haya puesto fecha para su adiós y se empeñe en demostrarnos que es eterno. A veces lo parece, claro.