Madrid-Baskonia, duelo al límite

El cartel de esta primera semifinal se vende bien: el subcampeón de Europa contra el equipo más mejorado de la ACB. En realidad, los cuatro que han llegado hasta aquí exhiben el mejor palmarés de baloncesto español, ya que agrupan 62 de los 65 títulos ligueros resueltos hasta la fecha. El Madrid-Baskonia se presenta con etiqueta de eliminatoria al límite, porque en las cinco veces en las que se han cruzado en semifinales el vencedor se decidió en el último asalto. Los blancos dominan en esta ronda por 3-2 y en partidos de playoff entre ambos por 24-17.

La primera semifinal de Laso en el banquillo fue en 2012 precisamente contra los alaveses en una serie agónica, que el Real igualó a dos en el Buesa, cuando parecía que se le escapaba, catapultado por la eclosión de Sergio Rodríguez como tirador (5 de 6 en triples aquella noche) y con Velickovic de estrella (22 puntos). Solo Llull sigue en el mismo sitio. Heurtel jugaba entonces en Vitoria y de blanco vestían Mirotic y Tomic, rivales diez años después en la otra eliminatoria, el Barça-Joventut.

El Madrid cuenta con el factor cancha (2-2-1) y el Baskonia viene de eliminar al Valencia con dos victorias en La Fonteta. En los últimos dos meses y medio, ninguna derrota a domicilio en la Liga y cuatro en el Buesa Arena. La queja de Neven Spahija es, más que por el horario nocturno de hoy (22:00, #Vamos), por la falta de descanso tras volver de Valencia el martes y viajar ayer a Madrid: “Tengo mucho respeto por la ACB, pero me molesta jugar tan pronto. Necesitaríamos como mínimo un día más para prepararnos. Sé lo que haremos, aunque no daré pistas tácticas”.

Wade Baldwin llega muy en forma con 15,3 puntos, buenos porcentajes y 5 asistencias de media en el playoff. Una pieza rompedora en el puesto de base, arropado por Jayson Granger, en una posición en la que el Madrid anda apurado. A las ausencias de los lesionados Williams-Goss y Alocén, y la del castigado Heurtel, añade ahora a un Abalde "entre algodones por un problema en el pie". Ayer no se entrenó, aunque Laso espera que juegue. Llull es así el único sano al mando.

"El Baskonia es un equipo de tiradores (Fontecchio, Costello y Alec Peters, a muy buen nivel), si bajamos su registro de tres sería muy importante. Luego, me gustaría dominar el rebote y no perder balones, eso nos daría mayor control del ritmo, que lo necesitamos", explica Laso. Ante el Manresa Hanga hizo de base, Deck generó juego como falso director y Causeur promedió 16 de valoración y Yabusele y Poirier, 18 cada uno. Madrid-Baskonia, siempre al límite.