Granada vuelve a tener equipo en la ACB once años después. El Covirán logró alegrar a una ciudad con cultura y hambre de baloncesto en un abarrotado Palacio de los Deportes tras derrotar al Almansa (102-60) en un partido pleno de emociones y a flor de piel, pero que fue dominado de principio a fin por los granadinos, que no querían confianzas, sustos ni encomendarse a lo que pudiera hacer el Movistar Estudiantes en su partido contra el Girona de Marc Gasol (los colegiales perdieron). El Covirán quería subir por la vía rápida y, sobre todo, como campeón. Merecido campeón ¡Y lo consiguió a lo grande!

Un duelo de esos que se recordará. A falta de una jornada el histórico y respetado Estudiantes ya no le puede arrebatar la primera plaza. Mucho mérito levantando la Copa de campeón de la LEB porque ha sido, de largo, el mejor equipo de una durísima categoría.

Este ascenso premia un trabajo bien hecho desde que la Fundación Club Baloncesto Granada cogió el testigo del Club Baloncesto Granada, que se disolvió el 3 de mayo de 2012 acuciado por una tremenda deuda de seis millones de euros. El nuevo proyecto partió de cero en la quinta categoría y a base de pasos lentos pero seguros fue escalando posiciones hasta llegar al éxtasis actual con un presupuesto cercano a los 750.000 euros y un encomiable trabajo de cantera con más de 700 niños. Ya la temporada pasada tuvo al alcance de la mano subir de categoría, pero el Breogán le arrebató este sueño del que ahora disfruta.

Los hombres de Pablo Pin salieron con las pulsaciones a tope y el corazón caliente. Tras su único momento complicado con el marcador 16-14 mediado el primer parcial, las cosas fueron festivas gracias a una extraordinaria racha de Germán Martínez con cinco triples como cinco soles. Un definitivo parcial de 26-12. Se llegaba al descanso con 50-28.

Y lo que llegó fue un festival. Un Granada desatado y en su salsa con un público entregado y que se frotaba los ojos porque lo que estaba viviendo era muy grande. Paco Cuenca, alcalde, y Jorge Garbajosa, presidente de la FEB, disfrutaban en el palco. Equipazo con una afición increíble. Los más veteranos habían vivido el ascenso de 2004 del añorado Club Baloncesto Granada que entrenaba el gran Sergio Valdeolmillos. Demasiado tiempo. Normal tanto entusiasmo, tanta emoción. La diferencia crecía hasta un tremendo 81-47 a falta de siete minutos

Y llegaron las ovaciones con los gritos de MVP para el gran Germán Martínez y para todos. La diferencia era tan abismal que la afición, lejos del sufrimiento, lo que deseaba era festejar, celebrar, reír y abrazar. Ante semejante vendaval de baloncesto poco podía hacer el equipo manchego, con paraguas abierto y pidiendo la hora. Demasiado chaparrón, demasiado aguacero. Mal día para colarse en la fiesta de este excelso Granada con un Palacio cantando el “¡campeones!” y el “somos de ACB”. No fue un mal Almansa. Fue un muy buen Covirán Granada que culminó su bonito con el triplazo de Joan Pardina el gran capitán, un jugador muy querido en Granada. El punto 100 de un Covirán Granada excepcional que regresa a la Liga ACB. Once años de espera para la vuelta entre los grandes de uno de los equipos con mejor afición de España, 102-60 para el recuerdo.

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