NBA | GRIZZLIES 106 - WARRIORS 101 (1-1)
La respuesta se apellida Morant
La espina del primer día salió en el segundo. Actuación excelente de Ja Morant (47+8+8) para ganar a los Warriors. Brooks, expulsado; Payton, lesionado.
El terremoto que supuso el primer partido hacía presagiar que las réplicas iban a ser de igual o mayor magnitud. Sería una pena, en términos deportivos, que no lo fuera. Lo que vimos en la apertura fue un duelo a todo dar con dos de los equipos que mejor baloncesto han practicado este año en la Liga. En el segundo duelo, con el que se pone el 1-1 en la serie, llegó la respuesta en otra jornada de altísimo volumen. Partido apretado, no se nos vaya a despistar nadie, y un final en el que resolvió el que no pudo hacerlo en el anterior enfrentamiento. Ja Morant, con una extraordinaria línea estadística (47 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias), desató ese vendaval al que hoy los Warriors no pudieron hacer frente.
Y ojo a lo que también rodea esta belleza y que puede hacer que todo salte por los aires cuando la serie avance un poco más. En los primeros minutos, en una jugada de corte a canasta en una transición al ataque, Gary Payton se fracturó el codo izquierdo por el golpe de Dillon Brooks que le desestabilizó y tiró al suelo. Jugada fea y flagrante de tipo 2. La expulsión del canadiense, viendo que la lesión de Payton puede ser grave, erizó a Kerr, que dijo al término del partido que Brooks había "roto el código" de deportividad. Se pedirá la sanción de un partido a la NBA por este incidente. En el primer encuentro, para más inri, Draymond Green fue sancionado de igual manera por los árbitros en una acción con Brandon Clarke. Más allá de que Brooks, two-way player importante para los Grizzlies, esté un día sin jugar o no, la baja prolongada de Payton, que partía como titular este martes, puede ser clave.
El encuentro estuvo marcado por la igualdad, lo que apremia al aficionado a que no se desconecte ni un segundo de estos dos equipazos. Sólo en el tercer cuarto se fue a 11 la distancia, en la apertura agresiva que hicieron los Grizzlies, pero esa manga la terminaron ganando los Warriors y sentando las bases de un final de partido al que entraron con una pequeña ventaja. Ni los clásicos Curry (27) o Thompson (12) ni su nuevo aliado en el exterior, Poole (20), pudieron, de igual manera, defender a Ja Morant e impedir que el base rival fuera el jugador que decidiera el resultado, que cuando alcanzó el 106-101 se dio por bueno. Esto no ha hecho nada más que empezar y tiene una pinta extraordinaria.
Con la tempranera lesión de Payton tuvieron que hacer camino los Warriors. También con un golpe en el ojo a Green que dejó al interior sin poder participar durante unos minutos. Curry asumió el mando de las operaciones con buenas jugadas colándose por el centro, en vez de buscar tiros lejanos, para que los locales no se escaparan. Y con combinaciones exitosas entre los compañeros y esas acciones de corte frontal les dio para aguantar. La pena era, sin embargo, muy grande. Poole asumió su dosis de protagonismo en el segundo cuarto y con él también pudieron resistir los visitantes. Porque estaban en eso, en que Memphis no tuviera una racha exitosa y se fuera en el marcador. Morant comenzó a volar sin gravedad, como en la acción con la que terminó la primera parte (reverso tomando el cuerpo de Klay como referencia y choque con Draymond en el aire muy bien aguantado), y ése fue el principio del problema para ellos.
Que la máxima estrella rival entrara en un estado de gracia como el de Ja era, evidentemente, una preocupación. Estaba fallando poco, además. Terminaría cerca del 50% en tiros de campo y se dejó sólo un tiro libre fuera de la cesta. Y los triples que tiraba también los metía porque le dejaban demasiado espacio. Error de bulto. Golden State empezó a sufrir en ataque y dejó que el rival se marchara por encima de los diez al abrirse el tercer cuarto. Pero el parcial fue de un lado a otro con violencia y los Warriors cerraron el periodo, tras una canasta de Otto Porter, con empate.
Con una de Poole al comenzar la última manga se pusieron por delante los californianos por primera vez en el encuentro. Vaya momento, además. Las vibraciones eran las mismas o muy parecidas a las del primer día por cómo se estaba desarrollando la noche. Pero, amigo, Morant decidió que el resultado iba a ser otro bien distinto. Esta vez no le podían defender: ni Curry ni Thompson ni tampoco Poole (al que tiró por los suelos en un magnífico amago yendo hacia canasta). Pero era por la vía heroica como tocaba. Curry metió dos triples seguidos a cuatro minutos del final con los que los Warriors se relamían. Morant era el impedimento: Wiggins se puso sobre él y tampoco le sostuvo bien. El duelo de bases del primer día, Morant contra Curry, se repitió y con él se finiquitó la noche en un punto alto de aguante y acierto. Ayudó un tapón de Melton sobre Steph y un par de fallos de éste que terminaron por decantar la balanza hacia el lado de Ja, que rompió a Wiggins una última vez y cerró en los tiros libres un triunfo de calidad suprema. A San Francisco con la serie igualada.