Que los Heat son un equipo con más recursos que la mayoría de los de la renovada Conferencia Este es algo ya puesto de manifiesto en este espacio. Para ganar a los Hawks en la eliminatoria de primera ronda de playoffs están combinando algunos de ellos. Se lo llevaron al ritmo y las peculiaridades del primer encuentro y lo hicieron con un juego de ataque preparado como el segundo partido, ello fue para ganar por tercera vez. Una cadena que les deja a una de pasar al siguiente nivel. En Atlanta, a domicilio, se habían quedado a una acción defensiva de parar el impulso fresco de Trae Young, un tema del que se encargaron a la perfección en el cuarto choque para minimizar riesgos. Ese 3-1 favorable luce bien en su haber después de parar los pies a los de Georgia en el State Farm Arena por un largo 86-110. Todo ello sin Kyle Lowry, al que se descartó para este domingo por una elongación en los isqiotibiales de la pierna izquierda, y parando de manera abrupta al base rival. Los recursos salen a jugar cuando se pide.

Los dos equipos optaron por meter balones dentro para ir enlazando jugadas positivas. El acierto era parejo y eso se reflejó en el marcador del segundo cuarto. Pero se empezaba a ver una tendencia: Miami no iba a dejar respirar a Young. En el primer partido de la serie le llevaron a su peor actuación del año y en este cuarto encuentro lo replicaron casi a calco. Trae se liberó de la defensa en dos acciones de esa manga inicial, una llegando en transición y otra en un despiste en la parte izquierda, para meter dos triples; acabó con tres y esos nueve puntos son los únicos que logró esta jornada. Con esos ingredientes es complicado hacer un buen caldo. En el segundo periodo había caído considerablemente el equipo local en cuanto a porcentajes y se quedó en unos pobres 15 puntos. Jimmy Butler anotó casi los mismos, 13, que el rival después de haber empezado algo más trabado.

Los visitantes habían cogido una velocidad de crucero que no se les iba a poder tocar. A la falta de anotación de Young se sumó la de otros: exteriores como Huerter, interiores como Capela o válidos en las dos áreas como Collins. Los de McMillan tiraron bien de los bloqueos tanto para continuar como para tirar que ofrecía Hunter, cual salvavidas, y con ello los Heat pudieron despegarse sin tanta dentellada en la segunda mitad. Cinco más de ventaja tras el tercero, cinco más en el cuarto. Y así hasta los 24, que son también los que metió Hunter. En el lado contrario Butler acabó con 36. Esta vez los Heat tiraron del poder de los titulares sin ninguna ayuda más de renombre, pero es que vaya vendaval. El sostén que le pusieron al contrincante apretaba de lo lindo, con especial mención a los reyes defensivos Adebayo y Tucker, y con él dejan tocadísimo al otro equipo. Un despliegue de armas potentes.