El entrenador de ASVEL, TJ Parker, charla con GRR y repasa su trayectoria profesional. El técnico sigue demostrando que no está en su puesto por ser hermano de Tony Parker y se marca un objetivo ambicioso para su carrera: “Sé quién es el técnico francés que más títulos tiene y ese es el número al que quiero llegar, quiero supera eso".

De padre americano y madre holandesa, la mezcla cultural siempre ha estado muy presente en la familia Parker. Tradición de deportistas, (ncluso su tio-abuelo, Jan Wienese, fue oro olímpico en remo en Mexico 68´); Terence Jonathan Parker, más conocido como T.J., siempre fue señalado como “el hermano de Tony” al intentar labrarse su propia carrera como deportista.

En una charla motivacional para la marca de ropa urbana, T.J. habla sobre la presión que supone crecer a la sombra de uno de los mejores bases de la historia de la NBA, sobre los planes para su actual equipo, LDLC Asvel Villeurbane y sobre la transición de jugador a entrenador que lo ha convertido en el head coach más joven de la Euroliga y en el primer entrenador negro de la historia de la misma.

El hall of famer de la VTB, E.J. Rowland, pregunta: “¿sientes una presión adicional?”. T.J. tiene clara su respuesta: “crecí con un padre estadounidense que siempre nos presionaba cuando éramos niños jugando baloncesto, así que en realidad trabajo. Trabajo mucho para donde quiero estar.” Trabajar, trabajar y trabajar, ha sido su táctica para lidiar con la presión, y es que a su corta edad para su puesto (37), se suma el hecho de que su hermano mayor, Tony, sea el presidente del equipo que dirige: “Ha pasado mucho tiempo desde que ya no me importa lo que diga la gente. Era lo mismo cuando era jugador. De hecho, fue difícil hacer una carrera como jugador de baloncesto porque siempre me compararon con Tony y Tony probablemente estaba entre los cinco mejores bases de la NBA”. Poner el foco en sus metas y trabajo lo ha mantenido alejado de prestar atención al qué dirán: “mi sueño era ser entrenador. Me tomé mi tiempo, fue un proceso, esperé ocho años antes de convertirme en entrenador principal y, por supuesto, llegó muy temprano, pero después de eso no se trata solo de tu edad, se trata del trabajo que realizas y es por eso que creo que merezco totalmente donde estoy hoy”.

Rodearse de entrenadores de primer nivel fue el primer paso para decirse a emprender su camino en los banquillos. Señala como fuente de inspiración a Gregg Popovich, leyenda viva de la NBA y entrenador de Tony durante su trayectoria en los San Antonio Spurs desde 2001 hasta 2018: “No es solo el baloncesto, con Pop, lo más importante es el lado humano. (…) Ver la forma en que trata a los jugadores, la forma en que entrena, la forma en que carga el peso de toda la organización, realmente orientada a la familia… eso es lo que trajimos a Asvel, la forma en que queremos construir Asvel por todo el tiempo que podamos”. Y es que al contrario de lo que muchos pueden pensar, el presupuesto de Asvel (uno de los más modestos de la Euroliga) no es, según T.J. el principal reclamo a la hora de atraer jugadores: “No podemos vender eso, porque no tendremos el mismo dinero que tienen otros equipos. Lo que podemos vender es el proyecto, la ambición, el gran pabellón que se avecina… vendes algo más, el estilo de vida en Francia, por supuesto la ciudad, la seguridad, lo que hacemos por ti y tu familia. Si ese es el proyecto que podemos vender probablemente también conseguiremos algunos buenos jugadores”.

Sus resultados avalan, sin duda, su trabajo, ya que el pasado curso, -su primero como entrenador principal-, se hizo con los títulos de liga y copa. Lejos de suponer un alivio, solo alimenta la ambición de T.J. que tiene claro que no puede relajarse: “Soy un ganador. Así es como crecí. Cualquier cosa a la que jugáramos con mis hermanos, podrían ser juegos de mesa, podrían ser videojuegos, podría ser cualquier cosa... Quería ganar. Si tengo que ganar, quiero ganar todos los años (…). Sé quién es el técnico francés con más títulos y ese es el número al que quiero llegar, quiero superarlo”.