Hezonja: "No recibí el respeto que merecía en la NBA"

Mario Hezonja (27 años y 2,03 metros) saltó a la NBA en 2015 como número 5 del draft de ese mismo verano. Cinco años después, en diciembre de 2020, Memphis Grizzlies cortó al croata, que volvió a Europa. El Panathinaikos griego fue el primero en acogerle en la Euroliga; luego llegaría el Unics Kazán ruso en el mercado veraniego de 2021 tras no alcanzar un acuerdo de renovación con el conjunto heleno.

Su paso por la Liga norteamericana tuvo más sombras que luces. Canterano del Barcelona, Hezonja emprendió la aventura en la NBA como una de las grandes perlas del baloncesto europeo. Tenía un potencial ilimitado que en Estados Unidos no pudieron o no supieron explotar. Ni en Magic ni en Knicks ni en Blazers logró sobresalir.

“No recibí el respeto que merecía. Además, en mi opinión, la NBA es más un espectáculo que el juego en sí”, asegura al medio ruso Tatar-inform Hezonja (vía Eurohoops), que tomó el camino de vuelta con un currículum de 330 partidos (69 como titular) y 6,9 puntos, 3,1 rebotes y 1,3 asistencias de media en cinco temporadas en la Estados Unidos.

Posible regreso

Su futuro está anclado en Europa. Él descarta cualquier tipo de vuelta a la NBA: “No”, subraya cuando se le pregunta sobre un posible retorno. “Había muchas cosas que no me gustaban de allí”.

Uno de los principales pecados originales que se esgrimen en el debate sobre por qué muchos europeos de gran calidad no triunfan al otro lado del Atlántico es porque se van muy jóvenes. Sin madurar. Sin antes haber dominado el baloncesto de donde nacieron. Y Hezonja no se salva de entrar en ese grupo… aunque él lo descarta: “No creo que me fuera demasiado pronto”, señala el croata, que disputó 64 partidos con el Barcelona en la Liga Endesa en tres temporada con el primer equipo y 38 en la Euroliga… cinco menos de lo que sumado tras su vuelta entre Panathinaikos y Unics.