NBA | PISTONS 113 - MAVERICKS 131

Doncic: objetivo, los Warriors

Los Mavs ganan con suficiencia en Detroit, se aseguran la ventaja de campo en primera ronda y se quedan a un tropiezo de los Warriors de la tercera plaza.

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Los Dallas Mavericks no sufrieron en Detroit. Salvo el tropiezo inesperado de Washington hace unos días, este equipo tiene algo que no tenía los últimos años. Regularidad y seguridad. Regularidad en la excelencia, o por lo menos en un nivel notable de juego, y seguridad dentro de cada partido para que situaciones adversas que se dan durante los 48 minutos, algo casi inevitable, no le saquen mentalmente de la pista. Dos cosas indispensables que cualquier equipo que quiere llegar lejos en las eliminatorias por el título necesita. Todo eso, además del crecimiento general en defensa, del nivel MVP de Luka Doncic, del paso adelante de casi todos los jugadores que tiene alrededor... Todo eso, decíamos, hace que los Mavs vayan a ser uno de los cuatro equipos del Oeste con ventaja de campo en la primera ronda de playoffs. El triunfo ante los Pistons les confirma que serán cuartos... Por lo menos.

Les quedan dos encuentros a los texanos (Blazers y Spurs) y están con 50 victorias y 30 derrotas. Es la mejor temporada desde 2015 y si ganan uno de los dos encuentros será la mejor desde 2011, el año de su único anillo. Pero el trabajo en temporada regular no está acabado. Aún tienen el tercer puesto a tiro. Los Golden State Warriors, con un encuentro y una derrota menos, les sacan medio triunfo. El empate favorece a los Mavs, así que necesitan ganar los dos encuentros que les quedan y esperar un tropiezo de los Warriors en los tres que les restan a ellos (Lakers, Spurs y Pelicans). ¿La diferencia entre quedar tercero o cuarto? Aparte del rival de primera ronda, Jazz, Nuggets o, más difícil ya, Timberwolves, lo más importante es coger el camino contrario al de los Phoenix Suns, el mejor equipo de la Liga este año y gran favorito del Oeste al título. Si acabas cuarto lo más probable es que te lo cruces en semifinales. Si acabas tercero, lo evitarías hasta una hipotética final de conferencia.

Así que a la espera de esa alegría final en forma de derrota de los Warriors, los Mavs siguen ganando, que es lo que está en su mano para forzar la situación. Esta noche lo hicieron ante unos Pistons que dieron más guerra de la que se puede esperar a estas alturas de temporada para un equipo que va penúltimo de su conferencia. Pero es que estos Pistons no están acabando el curso de manera bochornosa, ni mucho menos. No se están dejando llevar, dando esa sensación tan típica de equipo al que ya le da todo igual y que incluso le interesa perder para mejorar sus expectativas en la lotería del draft. Los Pistons han ganado bastantes partidos en las últimas semanas para un equipo de su nivel y han peleado otros tantos. En el de hoy plantaron cara de tú a tú a su rival hasta la mitad del segundo cuarto, aunque no se fueron del encuentro por el marcador hasta el último periodo.

Incluso empezaron mejor y se fueron arriba después de los 12 primeros minutos (34-32). Se pudo ver otro gran partido de Cade Cunningham, con 25 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias. El base está demostrando que su número 1 del último draft es más que merecido, además de sembrar la duda en la pelea por el premio al mejor rookie del año, un galardón que parecía seguro para Evan Mobley, de los Cavs, y que últimamente ha virado hacia Scottie Barnes, de los Raptors, según el equipo canadiense ha ido dando caza y adelantando claramente a los de Ohio en la clasificación. Pero Cunningham está en la conversación, con unos méritos colectivos mucho más débiles que los de sus rivales. Y eso habla bien a las claras del nivel individual del jugador de Detroit.

Los Pistons fueron respondiendo a las sucesivas intentonas visitantes de marcharse en el marcador, hasta que al final del segundo cuarto coincidieron en pista Luka Doncic y Spencer Dinwiddie. Ahí llegó el primer tirón serio de los de Dallas, que se fueron al descanso 7 arriba (38-45). A la vuelta de vestuarios los Mavs cambiaron de estrategia ofensiva. Hasta ese momento habían atacado más por dentro, pero un mejor movimiento de balón les permitió encontrar mejores situaciones desde el perímetro, los triples empezaron a entrar y ahí los Pistons ya no tuvieron respuesta. Dallas metió más tiros de tres en el tercer cuarto (5, cifra que iba a repetir en el cuarto final) que en toda la primera mitad. Doncic no tuvo un partido súper, con malos porcentajes de tiro y 6 pérdidas. Y a pesar de eso se fue a 26 puntos, 8 rebotes y 14 asistencias, en un ritmo de pases de canasta espectacular en los últimos encuentros. Ha repartido más de 10 en cuatro de los últimos cinco partidos. Sin duda otra de las razones de que estos Mavs estén acabando la liga regular por todo lo alto. Quién sabe si tan alto como el tercer puesto del Oeste.