Al Valencia Basket le faltó el último aliento
Los taronjas caen en Liubliana en los últimos minutos tras protagonizar una gran remontada en los dos últimos cuartos. El Granca acaba primero de grupo.
El Valencia remó entre el océano verde del Liubliana hasta llegar a dos metros de la orilla. Sin Van Rossom, sin Dimitrijevic, sin Prepelic... con un perímetro muy mermado. Pero se encontraba ahí, arriba quedando cinco minutos en una pista dificílisima ante un rival enrachado, a pesar de que los jóvenes esta vez no estuvieron acertados. Llegaron a ponerse arriba, por tres puntos, en el último cuarto, pero ahí el Cedevita sacó el partido adelante más por deméritos taronjas que por su buen hacer.
RESUMEN
Cedevita Olimpia (20+30+16+16): Ferrell (10), Dragic (17), Blazic (13), Muric (11), Omic (9) —cinco inicial—, Radovanovic (0), Pullen (11), Auguste (8) y Ejim (3).
Valencia (22+15+19+20): Hermannsson (16), Puerto (2), Labeyrie (6), Pradilla (2), Tobey (14) —cinco inicial—, Dubljevic (10), Claver (1), Rivero (10), Ferrando (2), López-Arostegui (13) y Jiménez (0).
A Hermannsson le faltó aliento para dirigir bien los últimos ataques y se fallaron tiros liberados. De nada sirvieron los 14 puntos y 10 rebotes de Tobey, en su país de adopción; ni los 10+5 de Rivero. López-Arostegui (13+6) también aportó aunque falló tiros en momentos clave.
Así, el Valencia ya no tiene opciones de acabar primero en la última jornada y aún deberá ganar al Ratiopharm Ulm, en La Fonteta, la próxima semana para asegurarse la segunda plaza y jugar los posibles cuartos de final, además de los octavos, en su cancha. El Cedevita, al igual que el equipo de megaestrellas Virtus, amenazan a una sólo victoria.
El Valencia comenzó aceptando el duelo en el triple. Dos de Tobey nivelaron los iniciales de Blazic y Dragic. Otro de Hermannsson puso la primera ventaja taronja (8-9). Sin embargo, retar al Cedevita a un concurso de triples es un poco peligroso. Más aún cuando no tienes a tu mejor especialista: Prepelic.
Peñarroya pidió un tiempo para explicarlo y pareció que lo entendían. Los taronjas empezaron a cargar dentro con un Tobey extramotivado ante varios compañeros de selección y un Rivero dominador. El marcador dio un vuelco y, ya en el segundo acto, llegó la máxima taronja (23-31, min. 14).
Había partido. Aunque el Cedevita tenía otros planes. Desde ahí al descanso, el parcial fue demoledor. Con Pullen metiendo triples como si no costara, un 27-6 de parcial mandó al Valencia a la lona. El cortocircuito valenciano se trasladó adelante. Y los tiros que hacía nada entraban como la seda, esta vez se salían y los eslovenos crecían y crecían. Con 9 de 14 triples al descanso, los locales se fueron al vestuario con un 50-37 muy inquietante.
El porcentaje de triples esloveno no podía mantenerse. Y más aún si el Valencia dio un giro de tuerca en defensa en el tercer cuarto. Y así fue. Cambiaron las sensaciones y poco a poco se fue enjuagando la renta y enfriando el pabellón. Rivero seguía haciendo daño en la pintura aunque fallón en los libres. Con 60-53 falló dos (otro Tobey). Y eso se enlazó con un arranque de Dragic y dos canastas de Auguste que volvió a poner las cosas difíciles (66-56), con un cuarto por jugar.
Sin embargo, el Valencia, una vez más, estaba dispuesto a vender cara su derrota. Con un Tobey lanzado y con Labeyrie de alero, el Cedevita fue viendo cómo su ventaja se iba por el desagüe. Tanto es así que dos triples de López-Arostegui y Hermannsson ponía el 68-71 (min. 34), completando un parcial de 2-15, y con un equipo local muy atascado. Un triple de Muric, a la desesperada, les sacó del fango. Y ahí, en el peor momento posible, se puso un tapón en el aro visitante. En los últimos seis minutos el Valencia anotó un triple y dos libres. Dragic, desde el 6,75, sentenció.