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NBA | GRIZZLIES 123 - WARRIORS 95

Estos Grizzlies son un vendaval

Paliza, sin Morant ni Jackson Jr, a unos Warriors sin big three y en un pésimo momento. Números de récord para los Grizzlies. Peligra incluso la tercera plaza para los de la Bahía.

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Estos Grizzlies son un vendaval

No hubo partido. La diferencia fue abismal. Y eso que los Grizzlies estaban sin Ja Morant ni Jaren Jackson Jr. Dos pilares esenciales, el jugador franquicia y el ancla en defensa. Pero los Warriors llegaban a Tennessee todavía sin Stephen Curry y sin Klay Thompson ni Draymond Green. Ni Otto Porter. Y pasó lo que parecía más probable: paliza local, un 123-95 que ya no tenía historia en el descanso (63-37), después de un segundo cuarto (43-21) en el que los Grizzlies abrieron la caja de los truenos tras un muy mal inicio en ataque de los dos equipos.

Las implicaciones clasificatorias son importantes. Los Grizzlies (53-23) tienen cerrado el segundo puesto, del Oeste y de toda la NBA. Solo contra los Suns no tendrían factor cancha en playoffs. Si había alguna posibilidad (en realidad, no) de que los Warriors los cogieran, murió en este partido. Pero a los Warriors más les vale mirar para atrás: están 48-28, llevan tres derrotas seguidas y seis en siete partidos, el regreso de Curry no es inminente y los Mavericks están ya a un partido y medio. Ser cuarto quita el factor cancha, en teoría, más allá de la primera ronda. Pero, lo que es mucho peor, envía (en teoría, también) a un duelo en semifinales del Oeste contra los intocables Suns.

Muchos, muchos nubarrones ahora mismo en la Bahía. El regreso de Andre Iguodala, torturado por problemas de espalda (y exceso de años) no aportó demasiada alegría. Steve Kerr fue expulsado al final de la primera parte y entre Poole (25 puntos), Moody (18) y Kuminga (15 y 7 rebotes) pusieron un poco de orgullo joven para un equipo que está viendo una versión muy mala de Andrew Wiggins, precisamente desde que el alero fue titular en el All Star. Esta vez, 10 puntos,6 rebotes, 5/15 en tiros.

El petardazo de los Warriors en las últimas semanas colisionó con el ritmo imparable de los Grizzlies, que llevan cinco victorias seguidas y nueve en diez partidos. Y que están ya en un 18-2 increíble en los 20 partidos que se ha perdido Ja Morant. Desmond Bane (22 puntos) y Dillon Brooks (21) lideraron la anotación antes de irse a descansar. Se sumó otra un De’Anthony Melton que aportó 21 puntos y 5/9 en triples, y que está en un 27/54 desde la línea de tres en sus últimos seis partidos. El resto fue la dirección del brillante Tyus Jones y el trabajo de Steven Adams, Xavier Tillman, Brandon Clarke… Un equipo profundo y con una química maravillosa.

Los Grizzlies están 53-23, por primera vez 30 partidos por encima del 50% desde que cerraron en 56-26 la que hasta ahora es la mejor temporada de su historia: 2012-13, cuando jugaron la final del Oeste. Entonces fue un 68,3% de victorias, ahora están en un 69,7. Le quedan seis partidos. Si hacen un 4-2, llegaran a 57 triunfos por primera vez. Pero no importa demasiado: su huella es ya muy profunda en esta temporada. Han anotado al menos 120 puntos en ocho de sus últimos diez partidos. Acaban de enlazar por primera vez tres victorias por una diferencia de al menos 25 y llevan ya trece en toda la temporada. Las mismas que los Warriors 2016-17 y solo por detrás, desde la fusión NBA-ABA, de las quince que totalizaron los Spurs 2015-16. Palabras mayores. Cierran un tramo de cuatro partidos en casa con cuatro victorias por una diferencia media de 23,8 puntos, y han ganado los últimos ocho, sin fallo, en su pista. Donde todos menos los Suns tendrán que ganar para eliminarlos en playoffs. Es una temporada extraordinaria, un terremoto que avanza a toda velocidad hacia las eliminatorias. Cuidado, mucho cuidado con estos Grizzlies. Sea el que sea el rival.