Más problemas en Bilbao Basket: rotura fibrilar de Hakanson
El escolta sueco tiene una lesión en el glúteo que le va a mantener de baja un mes aproximadamente. Tras la espantada de Bigote, el perímetro se queda sin 22 puntos de media.
Mumbrú ha pasado de poder tener descartes a quedarse corto, concretamente en el perímetro. El Bilbao Basket llegó a disponer de un buen ramillete de jugadores por fuera tras los fichajes de Thomas y Peno, pero los acontecimientos le han movido mucho esa posición. El norteamericano se fue al Maccabi pagando la cláusula de escape que tenía y se reactivó la ficha de Goudelock. Luego volvió el lesionado Rousselle y se prescindió de los servicios de Peno en los partidos. Más tarde pegó la espantada de Bigote, al Le Havre de la tercera categoría francesa, lo que llevó a Surne a la enésima vuelta al mercado. Por medio, otra lesión muscular de Rigo, que no acaba de arrancar con regularidad, aunque estará mañana en Lugo ante el Breogán. Total, que antes del parón eran 14, con gente que veía los encuentros de calle, y ahora el equipo ha 'adelgazado' mucho.
Llega otro contratiempo: una rotura fibrilar de Hakanson, un jugador clave por fuera por su determinación, conocimiento del juego y polivalencia, aunque no estaba atravesando un buen momento. Es el segundo que más juega en el Surne (23,39) tras Goudelock, el cuarto máximo anotador del equipo (10,39) y el tercero más valorado (11,1). Su lesión es delicada, en el glúteo, y le va a mantener un tiempo de baja. Dependerá de la evolución, pero le espera un mes aproximadamente lejos de las pistas. Es lo que tienen las famosas Ventanas FIBA. Mumbrú tendrá que tirar de algún canterano para cubrir el número de cupos obligatorio. "Por la manera que tenemos de jugar, es una baja importante, pero hay cosas que no podemos controlar y hay que asumirlas tal y como vienen", sostiene. El club sigue en el mercado y espera firmar a alguien "que no distorsione lo que hay y se integre rápido".
Por lo tanto, el Bilbao Basket acude hoy a Lugo, tras el entrenamiento, con bajas importantes, para medirse mañana a un Breogán al que se le resisten muy pocos rivales en el Pazo. Será el reencuentro de Mrsic con su exequipo, un pulso con Mumbrú que fue jugador suyo en el año fatídico del descenso, aunque el preparador croata firmó un breve periplo en Miribilla. Cogió el relevo de Duran y dejó su sitio en el tramo final a Lakovic. Como anécdota, ha jugado en el Zalgiris con el padre de Masiulis.
"Llevábamos mucho tiempo sin perder y cuando lo haces parece que todo está mal. Necesitábamos volver a entrenar y tener nuestros hábitos, Ángel (Delgado) cruza el charco y está más en un avión que entrenando aquí. No son excusas, son realidades; los otros también lo sufren", completó el preparador catalán en alusión a las derrotas ante Burgos y Joventut. Sin Bigote y Hakanson se evaporan 22 puntos de media, así que pide a los que están dar un paso al frente en cuanto a anotación, y más frente a un rival del ritmo y poder ofensivo en su feudo como el Breogán. La fiesta será enome: vuelve el aforo completo y no hay partido en el recinto lucense desde el gran día ante el Valencia, el 13 de febrero.