Sigue el lío. La crisis internacional desatada por Rusia, que se encuentra invadiendo Ucrania, ha afectado al deporte y ha provocado cambios significativos en el baloncesto. De momento, la Junta Ejecutiva de Accionistas de la ECA (Euroleague Commercial Assets) ha decidido suspender de manera temporal a los equipos rusos de las dos máximas competiciones continentales. CSKA Moscú, Unics Kazán y Zenit San Petersburgo quedan apartados así de la Euroliga, algo que el Lokomotiv Kuban sufre en la Eurocup.

La expulsión podría pasar de temporal a permanente, según el punto dos del comunicado de la Euroliga. “Euroleague Basketball supervisa continuamente la evolución de la situación. En caso de que esta no lo haga favorablemente, todos los partidos de la temporada regular contra los conjuntos rusos serán anulados para configurar la clasificación de las Ligas”. Esta decisión se produce tras días de deliberación, el enfado de muchos equipos al tener que viajar a Rusia o el llamamiento al boicot del Zalgiris Kaunas, que se negó a jugar contra estos equipos, ya fuera en Rusia, el Lituania o en terreno neutral.

Además, hemos vivido como varios jugadores extranjeros salían de los equipos rusos en los que se encontraban. Varios jugadores del CSKA Moscú, Unics Kazán y Zenit San Petersburgo han abandona de manera temporal sus equipos por la invasión del ejercito ruso de Ucrania. El primero en salir fue Tornike Shengelia, al que han seguido varios jugadores del resto de equipos: Gabriel Lundberg, Johannes Voigtmann, Marius Grigonis y el nacionalizado como ruso pese a ser ucraniano de nacimiento Joel Bolomboy, con experiencia en la NBA. El estadounidense Daniel Hackett ha sido el último en salir dejando al margen a Kevin Pangos: el base canadiense comenzó la temporada en la NBA y tras ser cortado por los Cavaliers firmó por el conjunto moscovita, pero no hay constancia de que haya viajado a Rusia.

Eso sí, no solo los jugadores han sido protagonistas y han tomado la iniciativa. El UNICS Kazán, que peleaba por los playoffs de la máxima competición continental (iba octavo) ha salido de la Euroliga al igual que sus dos equipos vecinos, dejando así una nueva clasificación. Pero también ha dado permiso a sus jugadores extranjeros para marcharse, liberándolos así de toda responsabilidad y permitiendo que pongan rumbo a donde consideren más oportuno. Para ello ha aprovechado el viaje a Milán para disputar el encuentro ante el Armani, que estaba programado para el día 1 y finalmente no se ha celebrado, de acuerdo con la resolución de la Euroliga.

“Dejaremos a todos libres, al menos hasta que la situación se calme. Desafortunadamente, la situación es complicada. Y nosotros, en Kazán, estamos mucho más lejos de Kiev que muchos otros equipos”, dijo el General Manager del equipo, Claudio Coldbella en declaraciones recogidas por Eurohoops. “Gastamos 8 millones de rublos en una carta, ayer también nos dijeron que habría un juego. Ahora enviaremos a casa a todos los jugadores y entrenadores extranjeros, todos están asustados”, ha añadido Evgeny Bogachev, el presidente del club. “Hay una decisión que tomar. Esperemos que esto no se prolongue”. Otro ejemplo más de que la situación es insostenible y las decisiones tomadas (y las que están por tomarse) son inéditas en la historia del baloncesto.