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ACB | BURGOS-BILBAO

Mumbrú y su idilio con Burgos

La afición del Coliseum siempre recibe al actual técnico del Bilbao Basket con mucho cariño y allí acabó su carrera en 2018. Incluso estuvieron interesados en su fichaje. Mañana, partido sin nostalgias.

Mumbrú, en la tienda de Motos Abando, uno de los patrocinadores el club
AIOLDIARIO AS

El Bilbao Basket pisa mañana el Coliseum de Burgos, con Mumbrú al frente. No es un día más en la oficina. Lo primero, el equipo vizcaíno puede igualar su racha histórica de victorias consecutivas: 8. Y en segundo lugar, el técnico barcelonés llega a una pista que con el paso del tiempo se ha hecho como una tercera casa, por el cariño que recibe cada vez que la pisa. Todo se labró en 2018, cuando se retiró. Era su último servicio vestido de corto, ya con el triste descenso materializado tiempo atrás, y recibió una ovación de esas que ponen la piel de gallina. Es una imagen que queda para el recuerdo: cogió a cuestas a uno de sus hijos y con los diez mil espectadores coreando su nombre, se marchó al túnel de vestuarios haciendo reverencias por algo que no esperaba. Después emprendió su carrera como entrenador y el Hereda hasta le llegó a tener en su agenda. Prefirió cumplir el año que tenía firmado en Bilbao, en un proyecto cien veces más humilde, y seguro que ahora bendice esa decisión, porque el Burgos está en riesgo de descenso. Va por el tercer entrenador tras Tabak y Maldonado   

De todos modos, este tipo no vive de sentimentalismos, y ni se para a pensar en récords ni ofertas del pasado. Eso sí, no puede dejar de exhibir gratitud a una afición que no es la suya. "No es un sitio más, porque me retiré pensando que mi último partido bonito sería en Miribilla y me encontré una afición encantadora en Burgos, que me hizo el regalo de poder dejar el baloncesto con la gente en pie, aplaudiendo y es algo que no solo se lo agradezco, sino que encima siempre tienes ilusión por volver al sitio donde dejaste de jugar a baloncesto y te trataron tan bien", señala en el concesionario Motos Abando, uno de los patrocinadores del club.

Esta relación amorosa, ahora que estamos en la semana del Día de los Enamorados, puede extrapolarse a ambas aficiones, que tienen mucha afinidad, e incluso a los dos clubes. Así que el Surne pisa una cancha amiga, aunque cuando el balón vuele, será tan hostil como de costumbre. De los siete triunfos seguidos del Surne, dos han sido los únicos fuera de casa que ha logrado en toda la temporada, en Sevilla frente al Coosur Betis y en Santiago contra el Monbus Obradoiro.

Sobre el interés del Burgos por hacerse con sus servicios tiempo atrás, Mumbrú lo despachó rápido: "La rumorología siempre anda por todos los lados, más ahora que cualquiera puede coger un teléfono y lanzar noticias infundadas". El caso es que se mide por segunda vez a Paco Olmos en dos equipos distintos: ya le batió con el Breogán en el famoso partido aplazado por el problema en el cubo de posesión y ahora lo hace con el cuadro castellano. El técnico valenciano ha abandonado un proyecto ganador que estará en la Copa esta semana y que ilusiona a toda una ciudad por otro decepcionante en horas bajas, con peligro de descenso. Cayó en la Champions y perdió en la final de la Intercontinental el fin de semana pasado. Un cambio de acera por dinero que se hace complicado pensar que hubiese dado Mumbrú, aunque este, en buena lógica, no se mete en ese charco: "Él tomaría las decisiones lo mejor que creía que eran para él. Cada uno tiene sus conclusiones". 

Por lo demás, igualar el récord de victorias seguidas tampoco es algo que le quite  el sueño: "A los números no les doy mucha importancia, porque todas estas cosas lo único que sirven es más para vosotros que para nosotros, intentamos pensar partido a partido, nos encontramos en una buena línea por lo que hemos hecho semanalmente, pero en dos semanas puede llegar una racha de derrotas. Vamos a intentar hacer un buen partido fuera de casa y más, en una pista como esta que aprieta y es tan especial".

El Surne ha tenido una semana larga, de diez días, para preparar esta cita, ya que fue aplazada para dejar sitio a la participación del Hereda en la Intercontinental. El rival se juega la vida, como colista "pero también es importante para nosotros", precisa Mumbrú. "Nos vamos a encontrar un equipo con mucha hambre, necesitado de victoria. Son los actuales campeones de la Champions y quiere levantar el vuelo lo antes posible. Hay que aguantar su salida porque con su gente va a ser al 200 por cien. Van a convivir con la necesidad de la victoria, eso a veces te juega malas pasadas o buenas, como nosotros el año pasado".

Han cambiado el entrenador y muchos jugadores, así que se trata de un bloque muy diferente al de Miribilla en la primera vuelta. "Tienen más ritmo tras los dos partidos en Egipto", finaliza Mumbrú. No habrá afición bilbaína, en un miércoles, muy tarde (21:30 horas), por la imposibilidad de venta de entradas.