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LIGA ENDESA | 21ª JORNADA

Adam Waczynski y Deon Thompson se vengan de sus ex

El alero polaco acabó con 18 puntos y 4/6 en triples frente al Unicaja y el pívot norteamericano anotó 16 y acabó con 21 de valoración.

Adam Waczynski y Deon Thompson se vengan de sus ex
EstherCasas

El Casademont Zaragoza ganó el duelo de equipos deprimidos que le enfrentó al Unicaja (93-82) y celebró la semana en la que se conmemora su vigésimo aniversario con una victoria tan deseada como necesaria.

El equipo aragonés volvió a hacer gala de su carácter irregular y, poniendo sobre la pista su mejor versión, se hizo con un triunfo que le permite mantener las distancias con la zona baja de la clasificación y, de paso, se vengó de la apabullante derrota que hace un mes sufrió en terreno andaluz (112-72).

Ambos equipos afrontaban este encuentro lejos de su mejor momento, los locales con tres derrotas en los últimos cuatro partidos de ACB y los visitantes con cuatro en los últimos cinco, lo que hacía urgente conseguir la victoria para intentar modificar el rumbo y la moral, y fueron los locales los que lo lograron gracias a un juego coral con seis jugadores con diez o más créditos de valoración.

Un primer cuarto muy igualado descubrió que el conjunto aragonés es capaz de empezar un partido concentrado, algo que no ha sido habitual esta temporada y que le ha costado ir casi siempre a remolque.

El equipo maño, intenso, mantuvo un pulso igualado, algo que se puede considerar un éxito ya no solo por no ir por detrás en el marcador, sino por acabar el primer parcial con la máxima diferencia a su favor hasta ese momento, cinco puntos, gracias al mayor acierto de los suplentes que habían ingresado en pista.

Con la lección aprendida del último partido ante el Fuenlabrada, el equipo de Jaume Ponsarnau mantuvo la intensidad hasta el descanso.

La fortaleza atrás fue acompañada del acierto en los lanzamientos y del gran dominio en el rebote (21 por 8 de su rival), con 9 ofensivos hasta el descanso que le rentaron 11 puntos y que comenzaron a abrir diferencias en el marcador hasta volver a marcar una máxima con la llegada del tiempo de refresco (51-38).

Y aunque las cosas no cambiaron y los locales se dispararon hasta los 16 puntos de ventaja nada más regresar de vestuarios, Darío Brizuela se echó al equipo andaluz a la espalda y, con 11 puntos en 5 minutos (21 en total hasta ese momento), mantuvo vivo al Unicaja hasta que el brillo del escolta decayó, momento en el que el conjunto malagueño fue superado ampliamente para entrar en el último cuarto 19 abajo (79-60).

Con el viento a favor y sabedor de que solo los errores propios podían meter al rival en el partido, el conjunto 'rojillo' supo estirar las posesiones madurando las jugadas para llegar a un final cómodo y sin agobios.