El Gernika, fuera de Europa tras la encerrona turca

El Lointek Gernika Bizkaia no las tenía todas consigo y al final se cumplieron los malos presagios. Se llevaba 24 puntos de renta a Turquía, pero se auguraba una encerrona. Así fue, aunque un equipo ya con tablas como el vizcaíno no puede caer de forma tan estrepitosa. Sus jugadoras merecen un monumento aunque esta vez estaban bloqueadas ante un ambiente tan hostil, con los árbitros no pitando nada pese a la dureza local hasta que la diferencia se situó por encima de 30. El Gerni quedó eliminado después de caer por 69-40 en la pista del CBK Mersin turco en la vuelta del playoff de la Eurocup, la segunda competición continental. Los otomanos 'tacharon' a Belén Arrojo con un supuesto positivo que trató de ser contrastado por el Lointek en un hospital, pero este solo recibió la confirmación de que no estaba contagiada de noche, durante la cena. Durante el partido, la megafonía con sirenas y otros ruidos, se hizo presente en el banquillo vizcaíno con los altavoces y el público insultó y arrojó agua a las forales.

A pesar de lo abultado del marcador, que llegó a ser de un -37 mediado el tercer cuarto (54-17), el equipo vizcaíno tiró de orgullo para mantenerse vivo prácticamente hasta el final del partido y lograr incluso nivelar la eliminatoria (64-40) a 40 segundos para el final. Ya comenzó torcida a tarde para el Gernika antes del salto inicial, tras conocerse a última hora el positivo por la COVID de Belén Arrojo, después de que la granadina hubiera dado negativo "en todas las pruebas anteriores, incluida una prueba PCR en Estambul", según confirmó el club vasco. 

Ya en Adana, se obligó a la expedición a pasar otro prueba PCR, en la que Arrojo, dio (supuestamente) negativo. La internacional española se marchó a una clínica para realizar otra prueba para poder jugar, pero su negativo llegó con el partido y la eliminatoria cerrada.

La sensible baja de Arrojo dejó a Mario López como solo ocho jugadoras en la rotación ante un rival que, espoleado por el ruidoso público que abarrotó el pequeño pabellón turco (cambiaron el habitual para 7.500 espectadores a otro de solo 2.000 con las gradas cerca del parqué), arrolló de inició al Gernika, que en cada ataca sufría de los sonidos de megafonía e, incluso, alarmas antiaéreas, y para el minuto 12 había logrado ya neutralizar la desventaja que se trajo de a cancha vizcaína (30-6). La brecha creció hasta el 54-17 del minuto 25 y solo bajó a un descorazonador -35 al final del tercer cuarto (62-27). Pero con la eliminatoria en la mano el conjunto local pagó caro su exceso de confianza y dio alas a un Gernika que, con todo perdido, nunca bajó los brazos y limó las diferencias.

El 64-36 a menos de seis minutos para el final alertó al técnico del Mersin, Aziz Akkaya, que tras un tiempo muerto consiguió a duras penas volver a enchufar a sus jugadoras, aunque no evitó que tuvieran que sufrir hasta el final. Sin embargo, con 64-40 y 40 segundos por delante una entrada que no logró materializar Rosó Buch y un posterior triple de Jasmine Thomas sentenciaron definitivamente el cruce. Adiós amargo a otra aventura continental. Aunque el Gerni era cabeza de serie, le valió de poco porque cayó en un grupo fortísimo. Pasó de fase de chiripa (ni el club era consciente de ello en la última jornada) y Brcaninovic encendió la esperanza en el playoff, pero esta se fue por la alcantarilla en Turquía.