Otro desastre para los Clippers, que se quedan sin Paul George para unas cuatro semanas, aproximadamente. Un esguince de ligamentos en el codo derecho, una lesión más habitual en el beisbol que en el baloncesto, le deja en fuera de juego después de un tramo en el que ha tratado de lidiar con la lesión sin parar del todo, algo que ahora tiene que hacer porque el dolor no remite. El objetivo de los Clippers es que el codo sane con el descanso, sin necesidad de tener que recurrir a tratamientos más agresivos.

George se lesionó el 6 de diciembre, en partido contra Portland Trail Blazers. Paró dos semanas, se perdió cinco partidos y ha jugado dos antes de tener que echar definitivamente el freno: 25 puntos contra los Spurs y una mala noche contra los Kings hace cuatro días (17 puntos, 6/18 en tiros), un partido tras el que reconoció que sentía dolor. Ahora tendrá que djear de jugar (será reevaluado en unas 3-4 semanas) en un momento crítico para su equipo, que tiene a Marcus Morris y Reggie Jackson en los protocolos sanitarios y que no ha contado en toda la temporada con un Kawhi Leonard que sufrió una lesión de ligamentos de rodilla en los pasados playoffs y que, en el mejor caso, estará de vuelta poco antes de las eliminatorias, aunque podría no jugar en todo el curso.

Los Clippers están 17-15, quintos a pesar de todos sus problemas en un Oeste muy flojo. Esta es su gran esperanza para mantenerse vivos en la carrera por los playoffs a pesar de este nuevo y tremendo contratiempo. Tyronn Lue sabe hacer que el equipo compita en casi cualquier circunstancia y el Oeste no aprieta para nada. Con diez plazas para engancharse si se cuenta el play in, la cosa pinta un poco menos dramática para un equipo que va a celebrar cualquier victoria como si valiera oro durante este tramo en el que no podrá contar con ninguna de sus grandes estrellas, ni Kawhi ni Paul George.