El acierto del Obradoiro y los rebotes destrozan al Burgos
Los visitantes se meten en puestos de descenso después de perder un encuentro igualado ante un rival directo. Scrubb y Ellenson, los mejores en los locales.
La gran actuación de Thomas Scrubb (21 puntos, 23 de valoración) y Henry Ellenson (23 y 18) permitió a Monbus Obradoiro sumar un importante triunfo ante Hereda San Pablo Burgos, al que destrozó con su fortaleza en el rebote ofensivo, pese a que McGee y Gamble sostuvieron al equipo visitante con vida hasta los últimos minutos (101-94).
El 0-5 de salida fue un espejismo porque Burgos nunca estuvo cómodo, incapaz de frenar a los interiores del Obradoiro. Entre Vini Okouo y Henry Ellenson levantaron a un Obradoiro que se olvidó de la ausencia de Birutis.
El desacierto desde la línea de tres puntos y las numerosas pérdidas castigaron al equipo de Salva Maldonado, desesperado porque su rival dominaba el rebote (acabó con 42, la mitad de ellos en ataque). Obradoiro volteó el marcador antes de finalizar el primer cuarto tras un parcial 8-0 (22-17), aunque cada error suyo oxigenó a un rival que explotó su juego de contraataque.
La igualdad era máxima, pero los problemas aumentaron para el Obradoiro después de que Viny Okouo golpeara en la cara a su compañero Álvaro Muñoz, que tuvo que retirarse a los vestuarios. Burgos pegó un estirón tras un 2-10 que obligó a Moncho Fernández a pedir tiempo muerto (33-37). Y su equipo encontró en Hobbs la solución a su atasco.
El estadounidense dominó el juego, con una exhibición en la dirección y mucho acierto en la finalización. Obradoiro se apoyó en él para recuperar el mando del duelo, aunque Renfroe y Gamble evitaban que el choque se rompiese (44-43, descanso).
Una antideportiva a Hobbs y una posterior falta técnica a su entrenador, por protestar, castigó al Obradoiro en el arranque del tercer cuarto, con el brasileño Vitor Benite desatado en ataque. Moncho Fernández pidió tiempo muerto, y su equipo reaccionó desde la línea de tres puntos.
En el último cuarto, con el marcador apretado al máximo, Burgos se cargó muy rápido de faltas y el Obradoiro, explotando las segundas opciones que le daba su rival, pegó un estirón (75-71) aunque Gamble le hacía daño en la pintura.
Los visitantes disfrutaron de dos ataques para coger el mando del electrónico, pero se precipitaron. Y el Obradoiro se lo hizo pagar pese a que Mcgee se estaba exhibiendo- del 84-84 se pasó a un 95-90 que acabó siendo definitivo.