La Penya ha cerrado el regreso, al menos en funciones específicas para ayudar a nuevas generaciones, de uno de sus entrenadores más icónicos. Al menos del que les dio el último título europeo. Aíto García Reneses ha regresado a la estructura para aportar su vasta sabiduría a una serie de talentos que el club tiene elegidos para dar el próximo paso en sus carreras. El veterano entrenador se encuentra semiretirado, pero ha roto el año sabático que aseguró que se tomaría para continuar con su labor profesional aunque no sea dirigiendo un banquillo. Aíto, de 74 años, abandonó en verano el banquillo del Alba Berlin con la intención de no entrenar en toda la temporada y, después, decidir si retirarse definitivamente o no. En Alemania dejó un proyecto bien hecho, anclado ya con licencia en la Euroliga y con su delfín Israel González a cargo del cuerpo técnico, pero no quiere parar. 

Como explica Xavi Ballesteros en L'Esportiu, la buena sintonía con Carles Duran, primer entrenador, y Jordi Martí, responsable deportivo, ha sido determinante para que se incorpore al proyecto. Se tratará de dar directrices a seis jóvenes que están en el Joventut y lo compaginan, algunos, con la experiencia del C.B. Prat en la LEB Oro. Los seis son Zsombor Maronka, Miguel Allen, Kris Helmanis, Yannick Kraag, Adrià Domènech y Ruben Prey. El preparador madrileño ya se ha dejado ver por el Olímpic, como destacaba Televisió de Badalona, para ponerse manos a la obra. 

El Joventut conoció su último gran éxito de la mano de Aíto. Como formador de talento ha sido conocido en múltiples equipos, pero en su segunda etapa en el club verdinegro pudo dirigir a tres jugadores que, antes de que estallara la pandemia y años después de haber pasado por las manos del técnico, se proclamaron campeones del mundo juntos en China: Rudy, Ricky y Ribas. Aquellos títulos continentales de 2006 y 2008 fue los último para un equipo que ahora intenta montar una línea parecida a aquella. Aíto, que vive en Cataluña, regresa a una de las que han sido sus casas baloncestísticas para impartir magisterio con seis jugadores que, según el planteamiento, deben representar el futuro del club en los próximos años.