Phoenix sacó esta madrugada un partido trampa contra Detroit (114-103). No por el rival, los Pistons son uno de los peores equipos de la NBA (4-18), sino por la situación del partido: entre el choque del pasado miércoles contra Golden State Warriors y el duelo de esta noche contra Golden State Warriors (04:00 horas) en el Chase Center de La Bahía. De nuevo, los dos gigantes del Oeste cara a cara tras el último (y merecido) triunfo de los de Arizona. Hay ciertas ganas de venganza en San Francisco.

Son difíciles estos encuentros con el coco en el horizonte. Son complicados tras el desgaste emocional, físico y psicológico sufrido para derrotar al coco. Pero los Suns tienen una marcha más. Bueno, tienen una marcha automática para doblegar enemigos y sumar y sumar y sumar triunfos. Ya son 18 seguidos para el 19-3 de balance. El líder de la Liga (86,4% de victorias) no cae desde el pasado 28 de octubre ante los Sacramento Kings. En esos instantes, Phoenix acumulaba tres derrotas para un incomprensible 1-3 de balance. Lo que es la vida 18 partidos después.

“Es realmente genial ser parte de esto”, confesó Monty Williams, entrenador de unos Suns que no se apagan a pesar de no contar con Devin Booker. El escolta se perdió el primer partido de la temporada por la lesión en el tendón de la corva izquierda, que sufrió en el segundo cuarto contra los Warriors. Son 23,2 puntos menos por partido que Phoenix tuvo que suplir con los 19 por cabeza y desde el banquillo de Cameron Payne y Cam Johnson (4/6 en triples).

Chris Paul y Cunningham

Y de un genial Chris Paul que no encontró mucha resistencia en la distribución del balón (12 asistencias) ya fuera en el pick and roll con Deandre Ayton (17 tantos y 12 rebotes) o con alguno de los exteriores liberados tras la penetración. Vamos, el día a día en Phoenix, pero en esta ocasión contra unos Pistons que se resistieron hasta los últimos dos minutos y que lograron levantarse tras ir 18 puntos abajo en el tercer cuarto (80-62).

Jerami Grant (34 puntos) fue el sostén de los visitantes durante todo el duelo y Cade Cunningham, el encargado de liderar la carga para ponerse a uno (80-79). El número uno del draft anotó 10 de sus 19 puntos en tan solo tres minutos, el lapso para un intento de remontada que se quedó a la orilla.