Triunfo sudado de los Nets frente a los apaleados pero no destruidos Cavaliers. Estaban a sólo una victoria en la Conferencia Este, lo que habla muy bien del inicio de los de Ohio pese a que cada semana que pasan van teniendo un grave contratiempo más con el que deben jugar. Así de parejo fue el partido en el Barclays Center, pero aquí también acabaron los neoyorquinos en un nivel superior. Les costó, pero lo hicieron. Con poquísimo Cleveland se mantuvo en esa raya en la que peleas o no por un partido hasta prácticamente el final del enfrentamiento, decretado con 109-99. 

Ricky Rubio (25) y Darius Garland (24) sumaron la mitad de los puntos de los Cavs. Estaban solos como referencia. Sin Mobley, el novato que impresiona, ni Sexton ni Markkanen, y con un Love que arrastra los efectos del COVID ("dolor loco en los músculos, espamos musculares, piel sensible, fatiga en pecho y cabeza") tras pasarse ocho partidos sin poder jugar. Tiene mérito. En la titularidad Dean Wade e Isaac Okoro les acompañaron junto al veterano Ed Davis, que estaba absolutamente fuera de la rotación hasta que la salud de la plantilla fue golpeada a lo bruto. 

Volvió a ser importante Aldridge como desatascador de la segunda unidad, minutos en los que se notó la flojera de los Cavaliers, y Durant fue de nuevo el jugador más certero en ataque para Steve Nash. El otro jugador en el que se apoyaron los locales fue James Harden, que volvió por sus fueros con los tiros libres pese a la nueva reglamentación a la hora de forzar personales: 12/12. 

KD empezó dando la medida de lo que quería que fuera la noche. La primera ventaja de los Cavs llegó con un triple de Rubio sobre Harden en la zona frontal, pero tras ello empezaron a caer las canastas de Durant y la diferencia subió rápidamente hasta situarse en los once tantos (24-13, minuto 7). El 2-9 con el que reaccionaron los Cavs fue cortado con un nuevo tiro de Durant antes de acabar el primer cuarto. Harden trabajó los ataques a su gusto, alternando rachas muy buenas y una en la que no anotaron en cuatro minutos, pero junto a Aldridge o Mills hicieron crecer de nuevo la diferencia hasta el 62-41 con el que se llegó al descanso. En otra de esos baches, éste de tres minutos ya bien entrado el tercer periodo, sí hicieron daño los de J.B. Bickerstaff, rebajando otra vez hasta los once la distancia tras un triple esquinado del base español del equipo. la visión de juego de Rubio no sorprende, algo más la buena colocación en defensa y las penetraciones ante hombres grandes de un Garland que ayudó a hacer un poco de menos a los Nets. Fallones en pases y defendiendo le dieron alas a los Cavaliers, que se pusieron a siete (96-89, minuto 44). Fue Harden y no Durant el que con un par de canastas volvió a poner espacio entre un conjunto y otro para terminar este Nets-Cavaliers.