La trifulca protagonizada por Nikola Jokic hace un par de noches ha dado mucho que hablar. El pívot empujó duramente a Markieff Morris, jugador de los Heat, después de que éste le hiciera una fea falta en el centro del campo. La escena opacó el buen papel de los Nuggets en el encuentro, con una victoria impresionante que, sin embargo, les dejó sin el protagonismo que merecían al acapararlo todo la escena de su estrella. Tras el duelo, Marcus, miembro de los Clippers y hermano de Markieff, salió en defensa de su familia y puso un duro mensaje en Twitter. Los hermanos de Nikola, Strahinja y Nemanja, crearon una cuenta ese mismo día para contestar a Morris. Y la bomba explotó.

Jokic ha recibido una sanción de un partido tras el altercado, pero la trifulca no ha cesado. Si Mike Singer, periodista encargado de cubrir la actualidad de los Nuggets, confirmaba que la cuenta que respondió a Marcus Morris era de los hermanos Jokic, Sam Amick ha escrito un artículo en The Athletic en el que ha informado de que ambos hermanos se han comprado entradas para el partido que enfrentará a los Heat y a los Nuggets en Miami. El duelo será el próximo 30 de noviembre y promete ser caliente, no solo por la presencia de los hermanos, también por el reencuentro de Jokic con Markieff.

Además, Amick ha revelado que las palabras de Jimmy Butler hacia el banquillo de los Nuggets no iban dirigidas a Jokic, sino a Stephen Graham, encargado del desarrollo de jugadores del equipo de Colorado y cuya actitud en la refriega no gustó a la estrella de los Heat. Según Amick, fue Andy Elisburg, mano derecha de Pat Riley y directivo de la franquicia de Florida, fue el encargado de rebajar las tensiones de los jugadores e impedir que la pelea fuera a más. El periodista tambiñen recuerda que la NBA tiene jurisdicción sobre los hermanos Morris, jugadores de la NBA, pero no sobre los de Jokic, meros aficionados a pesar de ser familia de la estrella. Próxima parada, el Heat-Nuggets del 30 de noviembre. Una fecha para la que todo el mundo espera que los ánimos se hayan templado y las cosas se hayan solucionado. Al menos, lo suficiente para que no haya nada que lamentar.