Goudelock: "Es un verdadero orgullo transmitir lo que me enseñó Kobe"
El escolta del Bilbao Basket, confiesa que es un honor el apodo que le puso Bryant de 'Mini-Mamba' por las similitudes de su juego con la leyenda de los Lakers, Buenas migas con Delgado.
Goudelock no es el típico baloncestista norteamericano con un pasado estelar que viene a España, trabaja callado con intachable profesionalidad y se va. El clásico jugador, vaya, que cuando comparece ante la prensa responde con un inglés lo más retorcido e ininteligible posible a ver si hay suerte y no le entrevista nadie, o que apenas se acerca a la gente y que resulta inexpresivo en el parqué. Su actitud es justo la contraria. Es un volcán en la pista, es capaz de ofrecer 22 minutos de rueda de prensa como hoy y lanza frases con mucha carga de ironía. De eso ha ido esta tarde su comparecencia en Miribilla.
Goudelock se siente muy a gusto en Bilbao, una ciudad que le encanta. También la comida le ha cautivado. Y cuando se le pregunta quién es su jugador favorito en la ACB, lanza entre carcajadas: "Ángel Delgadoooooo". El pívot dominicano del Bilbao Basket es uno de los más expresivos en la ACB y su energía contagia a todos. El domingo cuando el escolta metió un triplazo exhibiendo una gama de recursos técnicos espectacular, lanzó varios gritos al cielo. "Intento animar a la gente y coger yo mismo un punto extra. Cuando estás bien, son momentos de explosión, no lo hago muy frecuentemente, Delgado sí suele prodigarlos. Es una forma de que el público se meta aún más en el partido, una sensación muy bonita que forma parte del juego", sonríe.
Admite Andrew que se encuentra al 70 por ciento de su techo y aún puede jugar mejor. Lo de estar lejos de casa lo asume como algo natural. "Cada vez lo llevo mejor. Echo de menos a los cuatro chavales y mi mujer, así llevo toda mi carrera, con once años fuera de mi país, es mi vida. Cuando acabo de entrenar paso mucho tiempo charlando con ellos. A veces es duro, pero no me voy a martirizar", expone. Entrando más en detalle, considera que esta experiencia en España es extraordinaria. "La Liga es dura, como ya me esperaba. Los partidos aquí no son fáciles. Todo es perfecto, la gente me parece muy alegre".
Nota que no solo él va a asumir los balones calientes. Por ejemplo, ante el Burgos se jugó y encestó el triple de la victoria Hakanson. "Lo más difícil en el baloncesto es defender a un equipo que no solo tiene un foco de peligro. La razón por la cual el Madrid o el Barça son tan buenos es porque todos los jugadores lo son, no te puedes centrar en parar a Mirotic porque saldrán Calathes, Davies o Higgins. Cuando Hakanson mete un triple que nos gana el partido, su nivel de confianza crece; cuando Bigote en los dos duelos anteriores mete muchos puntos, su nivel de confianza crece. Y si esos niveles individuales crecen, el equipo crece. A los rivales ya no les vale con decir: vamos a defender a Goudelock, que la tenga que pasar. ¿Que la tenga que pasar? ¡OK, mis compañeros os van a matar! Es así de simple", no deja de sonreír.