Que los partidos ganen en ritmo y viveza es uno de los caballos de batalla del baloncesto, desde la NBA a las competiciones FIBA pasando por las ligas nacionales. La ACB y sus clubes entienden que ese es el camino para potenciar el espectáculo y enganchar a los aficionados en televisión. Hacen falta duelos más dinámicos, con menos interrupciones durante el juego, lo que reducirá la duración de los mismos. En las últimas temporadas, el tiempo total de los encuentros había crecido hasta rondar las dos horas. Para lograr el objetivo llega una importante novedad a la Liga Endesa, que se va a materializar desde este fin de semana en la Supercopa de Tenerife (Barça-Valencia, 19:00 horas; Lenovo Tenerife-Real Madrid, 22:00) con una disminución muy significativa de los tiempos muertos.

No se trata de limitar su duración (60 segundos ya es una ventana muy ajustada), sino de recortar el número de los que se pueden pedir y también cuándo se pueden solicitar. Si hasta el curso pasado, en cualquier encuentro liguero sin prórroga, podían darse un máximo de quince tiempos muertos (lo que supone alargar el partido entre 20 y 30 minutos: a los 15 minutos teóricos de duración total añadan lo que se pierde por el camino) y un mínimo de cinco, ahora se podrán ver choques con únicamente dos parones para las instrucciones de los técnicos. El máximo quedaría fijado en diez.

Los entrenadores acogen bien la medida

Tanto los directores deportivos de la competición como los entrenadores han dado el visto bueno a una medida que afecta a la comunicación de estos últimos con sus jugadores. Sin embargo, la mejor manera de afrontar el recorte es limitar los tiempos muertos que no pedían los técnicos, sino que se activaban automáticamente, en el primer parón dentro de los tres minutos finales de cada cuarto, y eran conocidos como de televisión, destinados a los espacios comerciales. Hasta cinco por duelo el curso pasado (uno en cada uno de los tres primeros cuartos y dos en el último, en este caso también a falta de seis minutos), que ahora se convertirán en un máximo de dos y entrarán en acción solo si en los 15 primeros minutos de la primera parte y también de la segunda no ha habido ningún otro tiempo muerto.

Igualmente, los finales de los partidos ganarán en continuidad. En los últimos cinco minutos se pasa de hasta seis tiempos muertos a solo cuatro. A partir de este sábado, cada entrenador podrá detener el juego dos veces en el global de la primera mitad (antes había disponible un tiempo por cuarto), pero solo podrá hacerlo una vez en los últimos cinco minutos del primer tiempo. Prohibido acumular parones para el tramo final que ralenticen el pulso competitivo. Asimismo, en la segunda parte, cada equipo dispondrá de tres tiempos, pero solo dos en los cinco minutos finales del choque. El objetivo, enriquecer el juego, que la dinámica y los desenlaces de los duelos de la Liga Endesa sean más fluidos.