El Breogán de Paco Olmos se estrenó este sábado con contundencia (57-88) en pretemporada ante uno de los equipos con los que se reencontrará este curso en la Liga Endesa, el Bilbao Basket, que no solo está a medio hacer, en una fase experimental, es que tiene un montón de bajas, hasta seis, y algunas de mucho peso. El equipo dio su primer paso en Gijón, donde más adelante realizará una estadía, una ciudad que añora su época con baloncesto de élite. Aquí ha tenido lugar el estreno de los amistosos de pretemporada de una plantilla que aún gatea, no se puede decir que ni camina.

Con la aportación de Dzanan Musa (19 puntos) y Erik Quintela como el más valorado del partido (7 faltas recibidas), el conjunto celeste atropelló al equipo de Mumbrú. Y eso que tenía las bajas de Sakho por estar en el Afrobasket y Kalinoski, que sufrió una torcedura de tobillo días atrás. Cuenta con un interesante temporero como Arteaga. No pudo ser mejor la puesta de largo de los lucenses en un partido sin físico ni rotaciones en el caso de los bilbaínos.

De los seis puntos de renta con que llegaron al descanso (37-43) los recién ascendidos a la ACB, se pasó al abultado 57-88 final con un cuarto parcial de 26-5 para los gallegos en su primer examen de una exigente pretemporada. En las filas vizcaínas estaban como novedades Aiert Velasco (Kantera BBK), Gonzalo Basterrechea (Kantera BBK), Iker Chacón (Kantera BBK), Oier Ardanza (refuerzo de pretemporada), Mario Delas (refuerzo de pretemporada) y Pablo Ferreiro (refuerzo de pretemporada).

Y causaban baja Rafa Luz (rotura de fibras), Álex Reyes (rotura de fibras), Jonathan Rousselle (proceso de recuperación), Ludde Hakanson (descanso), Andrew Goudelock (descanso) y Jeff Withey (baja por COVID-19). Lo más positivo fue el regreso de Rigo tras diez meses fuera de las canchas, los 17 puntos del debutante Masiulis que brego y anotó, y los minutos para los canteranos Chacón, Velasco y Basterrechea (éste, 9 puntos). A los vizcaínos, con mucha carga física, se les hizo muy largo el amistoso (0-26 consintieron en los minutos finales) y tras ponerse a cinco en el último cuarto (57-62, a -8:30), llegó el descalabro, una absoluta sequía anotadora durante más de ocho minutos.

"Está claro que nos queda mucho por hacer, pero estamos creciendo", valoró al final del amistoso Mumbrú que lógicamente achacó ese abultado 0-26 final al quinteto que tenía en cancha. Pero lo dio por bien empleado porque "hemos podido dar minutos a los jóvenes después de un trabajo duro. La única manera de que demuestren que pueden estar con nosotros es con minutos en cancha. Ver a jóvenes de la cantera vizcaína contra rivales de la ACB es gratificante para todos". Eso sí, el técnico barcelonés no puso excusas: "Hemos tenido 30-35 minutos de competir bien y cinco muy malos. Son cosas que debemos corregir y espero que la semana que viene podamos contar ya con todos".