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Brown: "Algún día cuando esté viejo y cansado volveré a Bilbao para recordar estos tres años"

El escolta, que ha fichado por el Hamburg Towers, ha sido muy querido en Miribilla y se va empatando con Recker como los norteamericanos más duraderos del club.

Brown, con un balón tras su cabeza
ACB PHOTO

Jaylon Brown ha dejado huella en Miribilla. Es un tópico, pero también una realidad tan grande como su humanidad. Después de cerrar su etapa universitaria, pasó por las desconocidas ligas de Macedonia y Finlandia. Llegó a Bilbao con cara de no haber roto un plato en 2018, en medio de la incertidumbre que provocó un amargo descenso a la LEB. Miribilla empezó a admirar sus vuelos sin motor y su enorme osadía encarando penetraciones hacia la canasta elevándose y desafiando a lo que le viniera encima. Ya podía ser un 1,90 o un 2,11, ahí estaba Jaylon dispuesto a reventar el aro, aunque muchas veces acababa despedido hasta la grada o con gorros más grandes que los de un friolero en invierno. Tipo disciplinado, conectó con la grada rápido. Su sociedad con Lammers, un interior también debutante en España, permanecerá en la retina mucho tiempo. El escolta de Indiana impulsó hacia un brillante ascenso y al temporadón del regreso a la ACB. Aquel mate contra el Estudiantes dejando atrás a todos hace dos temporadas es lo más espectacular que recuerda en España de su juego, o los 25 puntos contra el Burgos en mayo pasado. Pero la fatalidad se cruzó en su camino. Sufrió una fractura en la base del quinto metatarsiano del pie derecho en Gran Canaria y se perdió el billete para una Copa, la de 2020 en Málaga, que tanto habían soñado y tan brillantemente se habían ganado. Fue larga la ausencia, terrible, le pilló en el confinamiento. Entonces se le encendió una luz de esperanza. Tras semanas de incertidumbre, pensaba que llegaría al playoff-burbuja de Valencia, pero solo estuvo de forma testimonial. Un año después, ha cerrado su etapa en Bilbao. Se va al Hamburg Towers alemán. Adiós al norteamericano que iguala con Recker como los más duraderos en Bilbao. Así, que honor y gloria.

¿Qué le ha parecido todo lo que han dicho en Bilbao tras confirmarse que se va a Alemania? Ha habido muchas palabras de cariño.

Los aficionados y la gente en general en Bilbao me han hecho sentirme muy bien este tiempo. Cuando venían a Miribilla durante estos tres años, me han tratado genial. Llegué muy joven y me acogieron como a uno más. Y me han acompañado en este maravilloso camino hasta la ACB. Les estoy muy agradecido, de tenerlos a mi lado en las buenas y las malas, y espero que sigan animando al equipo de la misma manera el año próximo.

¿Cómo resumiría su etapa en Bilbao?

Han sido mis mejores años en el baloncesto. He conocido a gente que merece mucho la pena. He hecho amigos que me van a durar para toda la vida: los entrenadores, los jugadores, los aficionados… todos creyeron en mí. Estoy muy agradecido por estos tres años.

¿Sabe que es el norteamericano que más tiempo ha estado en Bilbao, el mismo tiempo que Luke Recker, tres años?

Alguien me lo comentó. Está muy bien ¿no? Porque en Bilbao ha habido grandes jugadores de mi país. Esa ciudad tiene un sitio especial en mi corazón y espero poder volver pronto, aunque sea de visita.

Pero ha sido una pena vivir sin público su último año aquí.

Sí. Desafortunadamente la situación se ha dado así. No es lo mejor para los jugadores, me he perdido mi último año con ese ambiente espectacular, es lo que más me duele, no haber podido decir adiós con todos. Con nuestra afición jugamos con mucha más confianza, lo hacemos siempre mejor, nos superamos a nosotros mismos. Me habría gustado seguir otro año y estar de nuevo todos juntos. Espero ver público ahora en Alemania.

¿El momento más especial fue el día del ascenso?

No puedo elegir un momento. Aquel día lo guardo con mucho cariño. Todo lo que rodeó a la Final Four fue increíble y lo viví con mucha pasión. Pero ganar al Barcelona en su cancha y entrar en la Copa, o entrar en los playoffs… fue de locos.

Y el más duro ¿la lesión?

Sí. La lesión fue dura. La única cosa buena es que llegó el COVID y me dio más tiempo para recuperarme. Trataba de apurar para jugar en el playoff. No sé, fue una desgracia, pero siempre piensas que todo pasa por una razón, me hizo más fuerte.

Al menos estuvo en la ‘burbuja’ de La Fonteta y le dieron un rato ante el Unicaja como premio.

Sí, al principio estaba muy triste. Alguien me dijo que ya estaba para jugar, pero pensaba que me estaban vacilando. Estaba recuperándome de la lesión. Joe (Rousselle) me apostó cien dólares a que no lograría meter una canasta. Pues en los 58 segundos que tuve ante Unicaja lancé y la metí. ¡Le gane! Ja, ja, ja, ja.

¿Qué jugador ha sido su mejor amigo aquí?

¡Buf! Tengo muchos y muy buenos, no me hagas elegir uno. He sido tan feliz con ellos… Kevin (Larsen), Ben (Lammers), Javi (Salgado), Tomeu (Rigo), Joe (Rousselle)…

La conexión con Lammers era muy especial no me lo niegue, aunque era un tipo peculiar.

Sí. En la cancha y fuera. Hemos jugado muy bien los dos juntos. Me encanta cómo juega y ha sido un honor estar dos años con él. Me encantará enfrentarme a Ben en Alemania.

¿Qué espera de su etapa en Alemania?

El país es muy interesante y la Liga puede ser una buena oportunidad para mi carrera. Es un nuevo reto y me gusta afrontar esos desafíos. Voy con muchas ganas.

De Finlandia a la LEB y de la LEB a ACB. Ha ido todo muy rápido.

Sí, bastante. Todo lo que he podido jugar, incluida la Champions, para mi carrera es muy importante. Estar en un club europeo te impulsa. Llegar y ser entrenado por Mumbrú y Javi (Salgado) ha sido mi salvación, han sacado lo mejor de mí, me han enseñado mucho. Ha sido un esfuerzo muy grande, pero les estoy muy agradecido.

¿Qué le debe a Mumbrú? Siempre confió en usted.

El y Javi (Salgado) son los entrenadores favoritos de toda mi carrera, han creído siempre en mí, han tenido mucha confianza en mi potencial, en mi forma de entrenar y mi juego. Cuando volví de la lesión me hicieron sentir aún mejor que antes. No perdí la fe jamás gracias a estas dos personas, son muy buenos entrenadores.

La permanencia del año pasado es un milagro, no me diga que no.

Fue todo un reto, sí, algo parecido a un milagro.

¿Le habría gustado seguir otro año?

Siempre disfruto de esa ciudad, la he disfrutado en toda esta travesía, me ha inspirado todo lo que he visto, me habría quedado otro año más, pero tengo que seguir con mi carrera. Algún día cuando esté viejo y cansado volveré para recordar estos tres años, y disfrutaré de Bilbao. Tengo ganas de ir a Hamburgo y no puedo esperar más tiempo.

Le sustituye Goudelock. ¿Qué le parece este jugador?

Un buen jugador, creo que va a encajar en la plantilla. Estoy deseando verlo por la tele y ojalá pueda conocerlo en persona.

¿Qué le gustaría decir a la gente a modo de despedida?

Que han sido los mejores aficionados que he visto en toda mi vida, agradezco todo el apoyo y el cariño que me están dando en esta despedida. Los amo, y a mis compañeros, entrenadores… les veré pronto, lo prometo.

Ganará Estados Unidos el oro en los Juegos de Pekín?

Eso espero, en mi país también ha habido problemas con el COVID y espero que no haya contagios, que estén los mejores y ganen. Tenemos un buen equipo y voy a estar apoyándolos. Estoy ansioso por verlos.

¿Y qué hará España?

Es la campeona del mundo, así que, mucho respeto. Tiene un buen equipo. Me gusta cómo juegan. Ojalá se lleve la plata, ja, ja, ja.