El Barcelona pasa página

Necesitaba una victoria así el Barça para pasar página, para cerrar el doloroso capítulo de la derrota en la Final Four y eliminar al Joventut de la lucha por la Liga. Los de Jasikevicius volvieron a encontrarse con su mejor versión, la que permite muy poco a su rival en ataque y le arrolla en defensa, la que brilla por fuera y domina por dentro. No dieron margen a ninguna sorpresa de la Penya, que aguantó el tipo durante 20 minutos, pero sucumbió en un tercer cuarto casi perfecto del Barça (37-14 de parcial). Volvió Calathes, y eso lo agradecieron mucho tanto Kuric como Pau Gasol, los mejores azulgranas.

Ha repetido en muchas ocasiones Jasikevicius que, en el tramo final de la temporada, es tan importante la cabeza como el baloncesto. Y en el tercer partido de la serie contra el Joventut el Barça salió con la mentalidad adecuada, la intensidad requerida y la claridad de ideas necesaria para superar a su rival. Acertaron de tres, pero sobre todo dominaron por dentro a los verdinegros, que pagaron la diferencia de centímetros. Con Calathes en pista, aún no al cien por cien, el Barça sumó esos puntos fáciles que tanto echó de menos. Unos puntos que anotó primero Pau y luego Kuric.

El buen inicio local no eclipsó sin embargo el gran trabajo del Joventut. Siempre dentro del partido, mucho mejor en ataque que en defensa, con Brodziansky de estilete y Tomic de faro. Circuló bien el balón y controló el rebote defensivo, asumiendo Dimitrijevic el protagonismo necesario. Gasol siguió siendo un problema enorme para ellos, pero el acierto del Barça bajó desde los 6,75. La ventaja no era insalvable (45-38).

Pero poco a poco, paso a paso, el Barça fue decantando el partido. Los de Jasikevicius encontraron los huecos de la defensa zonal del Joventut y la destrozaron a base de triples. Kuric, con un seis de seis en tiros de tres, se benefició muchísimo de la vuelta de Calathes y, en general, el Barça dio su mejor versión. Fue un vendaval imposible de frenar, que tampoco concedió casi nada en defensa. 37 puntos en un solo cuarto, que pudieron ser más porque dispusieron los azulgranas de mucho espacio para tirar (82-52).

Con una ventaja por encima de los 20 puntos, la Penya no le perdió la cara a un encuentro que ya no podía ganar. Se relajó el Barça, que pudo permitirse el lujo de repartir los esfuerzos: Jasikevicius dio minutos a hombres como Oriola o Claver, prácticamente sin opciones en los últimos partidos.