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San Pablo Burgos
68
Lenovo Tenerife
92
Finalizado

PLAYOFF LIGA ENDESA | HEREDA SAN PABLO BURGOS 68 - LENOVO TENERIFE 92 (0-2)

El Lenovo Tenerife roza la perfección para clasificarse

El equipo insular rompe el duelo con un parcial de 5-34 entre el tercer y último cuarto para alcanzar las primeras semifinales de la Liga Endesa de su historia.

Actualizado a
Bruno Fitipaldo se prepara para lanza un triple en el segundo partido de cuartos del playoff de la Liga Endesa entre el Hereda San Pablo Burgos y el Lenovo Tenerife.
Bruno Fitipaldo se prepara para lanza un triple en el segundo partido de cuartos del playoff de la Liga Endesa entre el Hereda San Pablo Burgos y el Lenovo Tenerife.ACB Photo

El Lenovo Tenerife dio un pasito más este jueves en su historia. Ganó el segundo partido de cuartos del playoff de la Liga Endesa al Hereda San Pablo (68-92) en el Coliseum de Burgos y disputará por primera vez las semifinales de la Liga Endesa. Su rival, el temible Barça de Sarunas Jasikevicius o el batallador Joventut de Badalona. Y lo hizo con un tercer cuarto increíble. Sublime. Casi inigualable: destrozó a los castellanos con un parcial 11-31 y solo dos fallos en el lanzamiento en 10 minutos. Firmó un 6/8 de dos y un 6/6 de tres con un Aaron Doornekamp de mano suelta (3/3 desde el perímetro). El alero canadiense acabó con 18 puntos y 6/11 desde el perímetro.

RESUMEN

68-Hereda San Pablo Burgos (26+15+11+16): Kravic (20), Benite (7), Rivero (5), Rabaseda (3) y Renfroe (9) â cinco inicial - Queeley (0), Salash (3), Barrera (0), McFadden (10),Salvó (9), Sakho (2), Cook (0).

92-Lenovo Tenerife (23+12+31+26): Fitipaldo (13), Huertas (20), Shermadini (11), Cavanaugh (6) y Doonerkamp (18) â cinco inicial - Yusta (0), Salin (3), Jenkins (8), Rodríguez (0), Sulejmanovic (6), López (2), Guerra (5).

Árbitros: Conde, Castillo y Baena. Sin eliminados

Incidencias: Segundo partido correspondiente a los cuartos de final del playoff de la Liga Endesa celebrado en el Coliseum Burgos ante 879 espectadores.

El ataque no lo fue todo, también intervino la defensa. El Lenovo secó completamente al Burgos, que se quedó sin anotar en juego los últimos seis minutos de tercer periodo. Una sequía que se prolongó hasta un total de 12 minutos seguidos. Entre medias, solo cinco aciertos desde la personal. El resultado, del parejo 48-45 al inabordable 53-79. Un parcial de 5-34 para un +26 que reventó el enfrentamiento y unos cuartos que vieron la vuelta del público al coso burgalés 453 después. Fueron 1.000 agraciados que no veían a los suyos en directo desde el pasado 7 de marzo contra el Urbas Fuenlabrada. Un regreso agridulce que no empaña un curso sobresaliente para los de Joan Peñarroya, que se van de vacaciones con tres títulos internacionales en el bolsillo: dos Champions FIBA y una Intercontinental. Nada mal.

Nadie preveía un desenlace semejante de partido. Y más al ver como el San Pablo salió al parqué. Mucho más centrado que en La Laguna. Con una consistencia en defensa que no permitía una fluida conexión entre Huertas y Shermadini. Kravic, Salash, Rivero y Sakho se turnaban para impedir que los grandes canarios disfrutaran de la zona. Además, el perímetro funcionaba con McFadden de punta de lanza: 5/7 en diez minutos con 3/3 del estadounidense y 26-23 para los de Peñarroya.

El Lenovo Tenerife da el golpe

Pero no lograban soltar lastre. Vidorreta y sus chicos se agarraban al duelo como koalas al eucalipto a pesar del 5/17 desde el exterior con Doornekamp entumecido (0/4). Huertas no se quedaba atrás y después de anotar su primer triple, se colapsó con tres errores seguidos. El brasileño se recompuso para terminar con 20 tantos. Y los castellanos rozaban los 10 de diferencia sin llegar a noquear. Alcanzaban el descanso con un prometedor +6 (41-35). No contemplaban ni por asomo lo que se les venía encima.

El Lenovo preparó una comida de tres platos. El primero, Fitipaldo rompiendo la zona y el segundo, el festival del triple. La unión entre Shermadini y Huertas fue el postre. Al Burgos le dio una indigestión y entró en colapso. Todo eran prisas y lo pagó, claro. No había una rotación de balón con sentido. Renfroe lanzaba todo lo que le venía sin decoro y el rebote ofensivo, una de sus principales armas en el primer tiempo, desapareció. Y fue su fin. El Tenerife llega a semifinales al igual que en la Copa. Su presa, la misma, un Burgos que no debe sentir vergüenza de un mal día porque ha tenido todo una temporada de felicidad. Y la ciudad lo sabe.