NBA | CELTICS 118 - WIZARDS 100

Un Tatum histórico rescata a los Celtics, que se citan con Kyrie

Los Celtics ganan con un heróico Tatum (50) y una gran segunda mitad. Pelearán en primera ronda con los Nets y se reencontrarán con Kyrie. Los Wizards se la jugarán con Indiana.

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Los Celtics se reencontrarán con Kyrie. Es el mejor análisis que se puede hacer de su victoria ante los Wizards, fraguada con una de las pocas cosas positivas que han tenido este año: Jayson Tatum. Su mayor argumento y también una estrella consolidada, el alero se ha ido a 50 puntos en una segunda parte espectacular y ha salvado los muebles de un equipo desmadejado, carente de la química del pasado y que ahora se cita con el ogro de la Conferencia Este y casi de la NBA: los Nets. Ese superequipo con un big three para el recuerdo que tiene, entre sus integrantes, a Irving, la bestia negra de un proyecto que destrozó desde dentro y que parecía recuperarse el año pasado. Un mero espejismo antes de poner rumbo a una temporada marcada por el coronavirus, el calendario condensado y las lesiones. En los Celtics, la de Jaylen Brown, que no jugará los playoffs. Pero pudieron ser más, ya que Marcus Smart y Robert Williams recibieron sendos golpes en el duelo ante los Wizards que los dejaron fuera de juego temporalmente. Ambos volvieron y la herida dejó de sangrar. Y Tatum, con algo de ayuda de Kemba, hizo el resto. Ah, y Brad Stevens respira. No es para menos.

Sus rivales, los Wizards, tuvieron su oportunidad, y cayeron por un resultado más abultado que el merecido. Pero la realidad es que sus estrellas no estuvieron a la altura de lo que exigía un rival con el orgullo herido, pero no muerto (por ahora). Russell Westbrook, después de una temporada histórica, llevaba 13 rebotes al descanso, una marca personal que no cuenta para los playoffs, porque la NBA ya ha dejado claro que el play-in no son los playoffs. Pero poco más: solo aportó un rechace más en toda la segunda mitad, en la que no dio una sola asistencia (5 en la primera). Y finalizó con 4 pérdidas y 5 faltas personales, en una mala selección de lanzamiento (6 de 18 en tiros de campo y 0 de 4 en triples), recibiendo feos insultos del público (las cosas de algunos aficionados) y poniendo rumbo al túnel de vestuarios cuando todavía quedaban más de cinco minutos para que concluyera el encuentro (las cosas de Westbrook). El base no ha mostrado la versión dominante que esta temporada le ha permitido reconciliarse con el público, y la misma deberá emerger si los Wizards no quieren perder con Indiana y decir adiós a los playoffs. Algo que sería un amargo final después del final de regular season que han hecho.

Bradley Beal estuvo ligeramente más fino que su compañero, pero tampoco fue la solución. 22 puntos (casi 32 en temporada regular), 9 rebotes y 6 asistencias con 10 de 25 en tiros de campo y 1 de 6 en triples (uno muy lejano y en el final de una posesión). En otras palabras, poco de las estrellas y de la intendencia, que se basó en 12 puntos de Daniel Gafford y 17 de un Ish Smith que fue de lo poco salvable de su equipo. Del resto, muy poco, incluido el enésimo bochorno de Davis Bertans, una sombra de lo que demostró ser para firmar un contrato de 80 millones en cinco temporadas que hasta ahora es, por decirlo suavemente, increíblemente excesivo. Mucho tendrá que mejorar el equipo de Scott Brooks. Habría tenido morbo una serie contra los Nets, sin duda: en la pista, Kevin Durant, James Harrden, Russell Westbrook y el propio Brooks. ¿Se acuerdan? Ese proyecto nacido en Oklahoma que llegó a soñar con el anillo en 2012 (derrota en las Finales ante los Heat de LeBron por 4-1). Parece que han pasado 1.000 años...

El reencuentro con Kyrie

La mejor parte es para los Celtics, que no despeja dudas pero está en playoffs. Solo ese hecho es un premio demasiado pequeño para un equipo que el año pasado se quedó a dos victorias de las Finales, pero tras un año de sufrimiento constante, encaran la serie ante los favoritos Nets sin nada que perder y la intención de disfrutar. Al fin y al cabo, las decisiones drásticas se tomarán en verano. Tatum ha finalizado con 50 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias, un +25 en pista, 14 de 32 en tiros de campo, 5 de 12 en triples y 17 de 17 en tiros libres, solo tres menos que los que intentaron todos los Wizards de forma combinada. Muy bien también Kemba Walker, que ha tirado de catch and shoot, un mecanismo irregular en su repertorio, para romper el partido con tres triples consecutivos a inicios del tercer cuarto (luego Tatum pilló el relevo) y anotar 29 puntos con un aceptable 6 de 14 desde el exterior. Y al margen de eso, 12+12 de un Tristan Thompson protagonista por las molestias físicas de Robert Williams y que ha recordado ligeramente al hombre que se convirtió en un complemento perfecto en los Cavaliers, esos que ganaron el anillo en 2016: protección del aro en defensa, finalizados en ataque y mucho rebote.

Los Celtics están en playoffs y se verán las caras con su némesis, Kyrie. Brad Stevens llega más cuestionado que nunca, la plantilla es corta y está llena de lesiones que han dejado tocados a algunos jugadores y fuera de circulación a otros, hay inseguridad por una temporada con más bajos que altos y una confianza en el proyecto escasa y que sigue cayendo en picado. Pero el momento de la verdad llega ahora, con ya cierto público en las pistas (si hoy la afición bostoniana ha pitado a Westbrook, no se andará con rodeos en el caso de Kyrie) y el Garden convertido, quién sabe, en un fortín. ¿Se acuerdan de eso de que los Celtics eran un equipo de playoffs? Pues nadie ha dicho nada por el estilo este año y el equipo ha perdido la pelea en la opinión pública, ese lugar donde se libran las batallas que deciden las guerras. Pero sigue siendo el equipo que el año pasado llegó a las Finales y su tradición les da ínfulas de orgullo que pueden resultar muy útiles. Y Brad Stevens siempre ha remado mejor a contracorriente. Sí, los Nets son favoritos. Muy favoritos. Pero...