BILBAO BASKET 87-URBAS FUENLABRADA 82
Victoria heroica del Bilbao Basket para alargar la vida
Partido de raza del vicecolista, que decantó en un desenlace agónico. Se apoyó en el comienzo de Kulboka y el final de Jenkins. Samar mostró su clase y grandes números de Alexander en el Fuenla.
El Bilbao Basket se apunta a seguir en la pelea. Lo tiene en chino, pero no se da por vencido. Estaba obligado a ganar al Fuenlabrada y lo ha hecho, con enorme agonía, pero nadie dijo que esto iba a ser fácil. Con un pleno en los tres partidos que le restan, mantendría la categoría. Y si el Estudiantes no derrota al Burgos en el colofón de la fase regular, hasta puede perder una de sus citas, ante el propio equipo castellano, el martes, Real Madrid o Joventut. Los 'hombres de negro' refrescaron una sensación, la de la victoria, que no tenían desde hace mes y medio, en la pista del Murcia. Arrastran tal tensión acumulada que ni desataron la euforia a la conclusión del partido de Miribilla, porque la cabeza la tienen ya en el martes ante el campeón de la Champions.
El Fuenlabrada, que no se jugaba nada, se comportó como si su permanencia también estuviera en juego. Es su obligación, aunque su pasión fue desbordante, extrañamente excesiva a veces. Compareció con diez, por las ausencias de Emegano, Urtasun y Marc García, y por no poder echar mano del filial, que buscó y encontró el ascenso a LEB Plata. Tenía tres bases y el resto, hombres grandes. Fue intenso en todo momento. Raventós eligió la presión alta los 40 minutos y eso entorpeció la subida de balón local en algunos ataques. Dos faltas en el par de minutos y medio posteriores al salto inicial condicionaron la velada a Meindl, jugador básico para el Urbas. Salió en su lugar Trimble, que no es manco, la escopeta más afinada de la ACB, aunque apenas tuvo protagonismo porque está bajo mínimos tras el Covid. Por su parte, Mumbrú dejó fuera a Serron. Estaba previsto y se cumplió la vuelta de Balvin y aunque tuvo que hacer un par de visitas al baño en el calentamiento y durante el partido, remó hasta donde pudo tras dejar atrás el coronavirus.
El Kulboka más productivo se vio en el primer cuarto. Paso al frente tras el toque de atención dejándole fuera de algunas convocatorias. En la primera parte no falló nada y sacó brillo a una tarjeta con 22 de valoración. A falta de 4:33 para cerrar el primer cuarto, en el 15-11, tras dos triples seguidos emanados por su muñeca, llevaba 12 puntos. La distancia local creció hasta los seis (17-11). Para este equipo tener una ventaja de estas es como ver el paraíso tras una semana vagando por el desierto.
Mumbrú estaba más en la labor de animar que de reprochar. Terapia positiva. Bastante desgracia llevan ya encima los chicos. En siete minutos, hizo una rotación completa, quitando a Kljajic, que salió al final de cuarto como especialista defensivo para liberar de posibles faltas a los bases. El 26-20 al cierre de los diez primeros minutos seguía dando alas a los 'hombres de negro', y eso que podían haber hecho más en la última jugada, en la que se atropellaron.
Errores en la toma de decisiones, sobre todo de un Brown que a veces va con la bandera de la anarquía y no ocupa los espacios adecuadamente, apretaron el marcador, hasta el punto de que Alexander devolvió la ventaja a los madrileños: 36-37 a 3:19 para el descanso. Asfixiaban los pupilos de Raventós al hombre-balón, le hacían jugar muy lejos del aro, en medio campo casi, aunque el Bilbao Basket, con muchos posteos, sacó fuerzas de flaqueza para liderar el marcador por dos al descanso. Le ayudaron los 16 puntos de diferencia al contraataque con respecto a los que facturó su adversario, aunque había tenido una fase de intercambiar canastas y ese no era el guion adecuado. Bien está lo que bien acaba.
La tensión iba subiendo, todo parecía descontrolarse y el Bilbao Basket se comía un saque de banda, la extraviaba en un contraataque… faltaba claridad de ideas en las llegadas en transición. Pero también fue capaz de parar el segundo arreón del Fuenla (49-53), aunque se veía muy tocados anímicamente a algunos muchachos de Mumbrú. Totè desde luego da una fresca sensación juvenil, aún no contaminado por la mala sombra que preside el vestuario de Miribilla, aunque regalaba faltas a veces por sus ganas de ayudar y agradar. Se le nota que no conoce la competición ni el listón en los contactos. A la quinta, Jenkins metió un triple. Y un suspiro después, repitió. El anuncio de que había llegado. El marcador se puso a sonreír hacia un lado y otro. Mucho suspense. Encuentro taquicárdico.
Alexander decidió asumir el protagonismo en las filas visitantes (36 de valoración). Mumbrú puso una zona unos instantes para cambiar el ritmo. El RETAbet necesitaba emitir una señal de fortaleza, avisar al enemigo de que no se iba a dejar comer el terreno en su campo, pero era un flan, le podía la ansiedad. Remitió el 'kulbokismo' y se estaban apagando las luces. Jenkins entonces tiró de clase (canasta del partido a medio minuto para concluir, 84-80) y una antideportiva de Novak a Athinaiou acabó con el debate. Fue la clave, revisada por los tres árbitros largo tiempo. Brown también fue decisivo, por insistencia. El Urbas llegó a la meta con la gasolina justa. Olió la sangre, pero también el orgullo de un equipo al que ni todas las desgracias del mundo sumadas le restan ganas de morir en el empeño por una gesta. Rousselle, a una pierna casi tras operarse en el tendón de Aquiles y en pie con muchas dificultades, se dejaba el alma animando en un fondo, otro síntoma de compromiso. La presidenta Iturbe no podía permanecer atornillada en el palco. El resumen del espíritu de esta gente. La cosa no está mucho mejor. Pero está mejor.
Mumbrú: "Lo importante era ganar y hemos ganado"
Mumbrú se felicitó de la trascendental victoria conseguida por su equipo frente al Urbas Fuenlabrada (87-82) en un partido clave que mantiene vivas las opciones de permanencia en la Liga Endesa de los 'hombres de negro'.
"Lo importante era ganar porque si no se complicaba mucho y hemos ganado. Ahora a pensar en el Burgos y recuperarnos físicamente porque hoy hemos tenido un partido muy duro", subrayó Mumbrú, quien consideró clave que sus jugadores lograran "igualar la energía" de un Fuenlabrada "muy físico" que les ha obligado a un gran desgaste.
"Han hecho un buen partido, muy intenso, y cuesta jugar contra ellos. En el último cuarto hemos estado acertados, sobre todo Jenkins, y hemos sabido controlar la ansiedad para tener la paciencia y tranquilidad necesarias en un final ajustado", señaló.
Mumbrú, por último, valoró positivamente el debut del italiano Leo Totè. "Ha hecho una buena rotación y ha estado sólido cuando Balvin no podía estar en pista más de cuatro minutos. Juega duro y se ha cargado rápido de faltas por esa intensidad, pero ha hecho un buen partido teniendo en cuenta que lleva dos entrenos", destacó.
Raventós: "Nos hemos tenido que reinventar y casi lo conseguimos"
Raventós consideró que sus bajas en la rotación exterior les obligaron a "reinventarse" en el partido frente al Bilbao Basket y que "casi lo consiguen" en un partido en el que tuvieron opciones de ganar prácticamente hasta el final.
"Teníamos tres bases y los demás jugadores grandes. Las rotaciones han sido determinantes porque no hemos podido llegar a todo lo que queríamos", lamentó el técnico catalán, satisfecho de que su equipo recuperara la "energía e intensidad" que había perdido desde que se aseguró la permanencia.
"El Bilbao Basket ha salido a jugárselo todo y les ha salido bien. Sabían que somos un equipo intenso y con energía y lo han preparado bien. Han hecho un partido como lo tenían que hacer", destacó Raventós, tras felicitar a los locales por una victoria que les mantiene vivas sus opciones de permanencia.