Era el momento de apretar y el movimiento valió la pena. Los Mavericks se encontraban en el camino hacia los playoffs con unos Pelicans sin Zion Williamson, Brandon Ingram, Steven Adams y Lonzo Ball. En bandeja de plata. Los Blazers y los Lakers aprietan por detrás para esas quinta y sexta plaza que tanto valen. Con ello los texanos se encaminaron a una empresa de las que guardan trampa, pero la resolvieron. La vuelta de Kristaps Porzingis, de baja las últimas dos semanas por molestias físicas, fue la mejor excusa para meter la siguiente marcha y sacar el partido adelante, y además con claridad. 

Dallas venció a New Orleans por 125-107 en su pabellón. Luka Doncic, con un buen acierto en los tiros (7/15 en triples), se fue hasta los 33 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias para liderar a los suyos. Hardaway metió 27 como titular y Porzingis se quedó en 19. Willy Hernangómez, 12+10 en la otra parte. 

Con esto a los Mavericks se les aclara un poco más el panorama de cara al futuro, con el nubarrón del play-in yendo hacia otro equipo. Sabían que no podían fallar con las herramientas que tenían y así fue. Doncic estuvo espectacular en el segundo cuarto, sin fallo, en el momento en el que más daño le hicieron a los Pelicans y donde lograron una ventaja que puso al rival con los brazos en jarras. Toronto y Minnesota, dos equipos eliminados, son los últimos dos compromisos para los de Rick Carlisle, que se frotan las manos con el pase directo a las eliminatorias. 

Para estar dos semanas sin jugar el inicio de partido fue todo para Porzingis: poste bajo aprovechando su altura, robo y mate en contraataque, triples saliendo de un bloqueo como si fuera un escolta y más. Sus puntos fueron el impulso de los Mavericks, que al final del primer cuarto vio que los menos habituales de los Pelicans les iban a dar algo de guerra. Hayes, que salió como suplente de Hernangómez, voló para un matazo a dos manos y de espaldas y la distancia se quedaba en sólo dos puntos. Momento para Luka Doncic. El esloveno cogió la carretera y fue con todo. Cinco triples sin errar, seis tiros en total y 17 puntos. El parcial fue primero de 12-0 y, por ampliarlo un poco más, luego se puso en 31-7. Bárbaro. Se había pasado de la igualada a los veinte de ventaja para Dallas en apenas unos minutos por obra y gracia de Luka. Con todo lo que ya tenía encima Van Gundy el partido se empezaba a dar por cerrado, más cuando al volver del descanso la tendencia no varió. A los dos jóvenes estandartes de los Mavs se unió Tim Hardaway, que lleva unos partidos en casi treinta puntos de media y aquí volvió a esos guarismos como titular y sacando de punto a un Josh Richardson en un preocupante 1/7 en tiros. Día tachado en el calendario para los locales, que respiran un poco más. Día de apagón para los visitantes, que con la derrota ya han quedado eliminados.