NEW ORLEANS PELICANS

Willy Hernangómez se abona a la regularidad para seguir en la NBA

Willy, el mayor de los hermanos Hernangómez, mejora en la segunda parte de la temporada y tiene más fácil el continuar en la NBA a partir de verano.

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Es cierto que ahora el Real Madrid cuenta con Vincent Poirier como escudero de Walter Tavares, pero el nombre de Willy Hernangómez lleva ya un tiempo sobrevolando los pensamientos de los aficionados del club de la capital de España. Willy es canterano del equipo y, explosión en Sevilla mediante, el Real fue el trampolín para que pudiera cumplir su sueño de jugar en la NBA. Había sido escogido y se fue a Nueva York a jugar junto a su amigo Kristaps Porzingis, también forjado en la ciudad andaluza, pero los esfuerzos bien medidos en la primera temporada no fueron suficientes y la luz de Willy se fue apagando poco a poco. En Charlotte le quisieron, pero realmente no apostaron por él. James Borrego sigue allí como entrenador y ahora el equipo despega con la añadidura de otros jugadores, no de Willy. El pívot de Las Rozas quiso cambiar de aires pese a que se planteó la continuidad en un verano, el pasado, en el que no estuvo lejos una sombra: la de que nadie apostara por él. Los Pelicans le ofrecieron un contrato corto, de sólo un año, y decidió dar el salto y elegir su destino por primera vez en una franquicia que está yéndose por la vertiente de los jóvenes y que lidera el fenómeno Zion Williamson. Y, tras picar piedra y tener momentos oscuros, hay luz de nuevo en su foco.

Ha costado que Stan van Gundy confiara en él, pero ha llegado el momento. El equipo de Luisiana pelea por llegar al décimo puesto, empresa muy complicada teniendo a los Warriors ociosos y a los Kings también en ese querer, pero a nivel individual también deben decidirse otras cosas. El futuro de Lonzo Ball, por ejemplo; el base sigue las líneas de Willy y/o viceversa, mejorando en este último tramo de la campaña a sabiendas que debe ganarse un contrato para seguir a partir de agosto en la mejor liga del mundo. El caché de Ball es, sin embargo, muy superior al de un Hernangómez que ahora sí va por el buen camino.

En promedio de minutos el madrileño ya está en cifras que sólo vio en el primer año, en los Knicks, cuando fue al All-Star con los más jóvenes y fue elegido en el Mejor Quinteto de Novatos de la 2016/17. Son 16 de media, pero con trampa. Ha jugado 37 de los 61 encuentros, en los demás no ha participado. Lo positivo es que la tendencia es alcista y que esas rachas de estar cuatro o hasta ocho partidos seguidos sin aparecer se han acabado. Los minutos como '5' de Zion han seguido permitiendo que otro interior entrara, con Steven Adams por delante y Jaxson Hayes retrocediendo en la rotación pese a que se apostaba por él en un principio. 6,7 puntos y 6,4 rebotes de media avalan este empujón de Hernangómez, que sabe responder en ataque pero para eso tiene que jugar.

En Nueva Orleans las cosas pueden cambiar el próximo verano, ya que sigue sin verse un progreso pese a los cambios en el banquillo. Desde la salida de Anthony Davis hay ilusión, mucha, pero no resultados. Willy parece haberse hecho un hueco. Para él ya no existe problema con la pensión de la NBA para ex-jugadores, cuota que tiene cubierta, por lo que estará abierto a todo. Clave será cuánto dinero le ofrezcan por mantenerse en Estados Unidos, que él siempre ha defendido que es su prioridad absoluta pese a que en un equipo de la Euroliga podría cobrar bastante más.