Un reto demasiado grande
El Ekaterimburgo se proclamó campeón tras ganar en la final a un aguerrido Avenida, que resistió hasta el último cuarto (57-59). Sexto título para Alba Torrens.
La historia está llena de batallas desiguales y la final de la Euroliga femenina podría haber sido una más, pero no lo fue porque el Perfumerías Avenida creyó hasta casi el final (68-78). El Ekaterimburgo presume de contar con una de las mejores pívots del planeta, Brittney Griner (2,03), que forma una pareja de lujo con Jonquel Jones (1,98) y otra con Maria Vadeeva (1,93), que este domingo ni jugó. Todas ellas, muchas más altas que el techo del Avenida, Katie Samuelson, con 1,92.
Pero no acaban ahí las desigualdades entre ambos. Dicen que el presupuesto del gigante ruso es unas 12 veces mayor que el del Avenida. Es más, dos jugadoras del Ekaterimburgo cobran más que toda la plantilla del conjunto salmantino junta: Griner tiene un contrato de 1,3 millones y Breanna Stewart, de alrededor de un millón. Una lucha desigual, pero la gesta se anojó incluso mayor después de que Maite Cazorla se torciera el tobillo nada más saltar a la cancha. Silvia Domínguez se quedó sola a los mandos (Cazorla lo intentó, pero no pudo más), con alguna ayuda puntual de Hayes y de Leo Rodríguez.
El Avenida, que volvía a una Final Four una década después del título de 2011, soñaba con protagonizar su particular versión del David contra Goliat. Y lo logró... más o menos. Las de Roberto Íñiguez dejaron al Ekaterimburgo en 16 puntos en el asalto inicial (promediaba esta temporada 88,6) con un parcial inicial de 21-9 gracias a una inspiradísima Tiffany Hayes (11 puntos), a las ayudas continuas para sacar a Griner de la pintura y a que el Perfumerías sacaba petróleo con los bloqueos directos.
Pero el Ekaterimburgo sólo ha perdido dos partidos en más de tres años (47-2 con Miguel Méndez en el banquillo). Por algo será. Quigley, la mejor en las semifinales frente al Fenerbahçe (25 puntos), empataba el encuentro desde el triple (25-25). Partido nuevo a 5:35 para el descanso, con el Avenida resistiendo hasta el 29-29 (29-39 antes del descanso).
El partido se volvió un poco loco en el tercer cuarto. Stewart puso el +14 con un triple (41-55); parecía que el título para el Ekaterimburgo estaba hecho, pero el Avenida se metió de nuevo en el encuentro con Leo Rodríguez a los mandos (53-57). El equipo charro, incluso, se colocó a dos (57-59) con una canasta desde la esquina de Katie Samuelson (57-59).
El sueño duraba más que la gasolina, que se le comenzó a acabar a las de Roberto Íñiguez (minutos para siete jugadoras más Cazorla). Hayes hizo el último esfuerzo (29 puntos ), pero el Ekaterimburgo iba más sobrado y Meesseman colocó el +11 desde el tiro libre (64-75) a poco más de un minuto para el final.
De todas formas, hay buenas noticias para el baloncesto femenino. Tercer título seguido para Miguel Méndez y sexto cetro para Alba Torrens, nueva reina junto a Diana Taurasi y Natalia Vieru, de la Euroliga moderna. Y sexto también para el Ekaterimburgo, que se convierte en el segundo equipo con más copas, aunque aún lejos del Riga (18) de Uliana Semenova, porque hay gigantes incluso mayores que este equipo de ensueño.