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Los Nuggets desbaratan a los Heat, respiran y esperan a Rivers

Morris ganó la partida a Campazzo por la titularidad, pero Denver ya negocia con Austin Rivers para suplir la baja de Jamal Murray. Miami cayó con claridad.

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Qué mejor que olvidar la victoria de tu segundo jugador más importante, que ya no te va a poder ayudar en lo que queda de temporada y que pone un muro entre tú y el título, que de esta forma. Ganando con notoriedad al subcampeón de la Liga y negociando con el agente libre de más calibre que queda suelto para suplir esa baja. Eso han hecho los Nuggets. En un calendario tan apretado y en una situación tan peliaguda, o te mueves rápido o te mueven a ti. 

La caída en desgracia de Jamal Murray, el base por el que pasaban muchas de las opciones de Denver para alcanzar el dorado este año, ha obligado a dar un volantazo. Murray, con la rodilla destrozado en el último minuto del partido ante los Warriors, no podrá ayudar más hasta el año que viene. A Malone se le venía un problema encima, pero bendito si va a ser todo así. Pese a que en las últimas fechas había confiado en Facu Campazzo como titular en ocasiones y le otorgaba al argentino minutos importantes, parece que de momento se decanta por Monte Morris como primer espada en ese puesto para acompañar a Will Barton, el escolta. Los banquilleros Campazzo y Dozier, que ya no le come minutos porque le prueban en posiciones más altas, aportan el revulsivo y algo más de defensa. Pero parece que aquí no va a quedar la cosa. La franquicia está negociando la incorporación de Austin Rivers, un combo que sorprendentemente todavía estaba en el mercado y que tiene una experiencia interesante en los playoffs con Houston Rockets. Con ello van a tener que tirar y el Oeste es lo que es, una selva salvajes. 

Nada puede decir cómo les va a afectar una baja tan importante en el futuro a corto plazo ni a un par de meses vista, pero de momento parece que en Colorado respiran hondo. Los irregulares Heat, que batallaron como ellos con los Lakers en la burbuja, cayeron claramente. Este equipo funciona desde el traspaso de Aaron Gordon y la nueva realidad a la que se enfrenta es compleja pero reversible si se mantiene este espíritu. Y con un refuerzo ya en camino. 

Y eso que los Heat empezaron mejor. Buena circulación en la línea exterior, con Ariza y un Nunn que asumió más papel por la baja de Dragic. El que sí estaba, pese a las dudas, era Jimmy Butler, que lideró a su equipo hasta que éste explotó. La potencia que imprimía Gordon y alguna jugada, tanto en ataque como en defensa, de Porter quedaba en nada por la sobriedad de los visitantes, que se juegan la vida en cada partido visto cómo está la clasificación de la Conferencia Este y que ellos no han hecho los deberes previamente. 

El segundo periodo fue el que de verdad cambió las tornas. JaMychal Green fue una de las claves. El ala-pívot acertó con los tiros desde fuera y ojo como siga haciéndolo, ya que es una herramienta que todavía no se ha utilizado aún porque su temporada estaba siendo floja. Con Dozier en vez de Barton y Morris de nuevo en cancha, una alineación a tener en cuenta, los Nuggets pegaron el tirón. 

Jokic, pese a su triple-doble, no tuvo el día más brillante. No pasó nada. Los demás le cubrieron. La ventaja sacada antes del descanso ya sirvió e incluso permitió que en los últimos minutos se viera en cancha a los menos habituales, con protagonismo para Bol Bol incluido. Los Nuggets pudieron esbozar media sonrisa, sabedores de que la baja de Murray es muy perra pero que el camino sigue y hay que hacerlo con la mejor de las disposiciones si no quieres que te saquen a lo bruto. Es de aplauso.