UCAM MURCIA 82 - RETABET BILBAO BASKET 90
El Bilbao reacciona como el Betis y da un zarpazo en Murcia
Partido soberbio de Brown y Balvin para igualar en la tabla con los verdiblancos y el Fuenlabrada. Dominio de un equipo que tuvo más hambre durante 45 minutos.
Cada jornada que pasa pone en evidencia a algún equipo de la parte baja de la tabla, lo deja más cerca de la LEB Oro. Por pura inercia. Y saca el flotador, momentáneo, a otro que anda por ahí. La victoria del Betis en Badalona ha puesto firme a la tropa. Conoció el resultado el Bilbao Basket antes de salir a competir en Murcia y añadió tensión a esa cita. Pero fue un hormigueo positivo, de estar muy metido en la faena. Devolvió el golpe al equipo de Sito Alonso, que salió triunfante en la primera vuelta e hizo mucho daño en las filas vascas. Pero en aquella ocasión estaba un verdugo llamado Frankcamp y ahora no figuraba. Podían haber puesto en esta ocasión tierra por medio con el infierno y dejaron pasar la oportunidad. Los ‘hombres de negro’ salen del farolillo rojo, y siguen enganchados con el Betis, por lo tanto, con siete triunfos en un trío que completa el Fuenla, a un triunfo de Obradoiro y Estudiantes, la cosa está que arde. Solo el GBC parece descolgado, pero tiene solo un triunfo menos. Les costó cerrar el partido a los chavales de Miribilla e incluso necesitaron cinco minutos extra para hacerlo. Su capacidad de supervivencia y enorme tesón les dio el premio.
El choque arrancó con más ritmo que acierto. El RETAbet encestaba con solidez pero abusó durante el choque del tiro de tres. Mumbrú marcó la iniciativa desde el principio en un partido muy trabado, con Zyskowski de cuatro, improvisando con el polaco para tener más físico, aunque perdía mira telescópica, y Hakanson de escolta en varias fases del partido. El técnico descartó en esta ocasión a Kulboka, al que le vendrá bien el toque de atención. Y no jugó Huskic. No se casa con nadie. Tenía claro que iba a ser un choque cerrado, a pocos puntos, y el que menos se equivocara se lo llevaría. Y esta vez se impuso a uno de sus maestros.
El Murcia, que venía de romper ante el Fuenla una racha de ocho derrotas seguidas, pocas veces se conectó al choque. Y tuvo opciones para hacerlo, como en un 3+1 de Strauberry. Y Radovic se hizo aún más histórico en Murcia: se convirtió en el cuarto máximo anotador del club superando a Duane Washington (1.255). El Bilbao Basket estaba mucho más metido, demostrando que se jugaba una amplia porción de la temporada, desde luego superior a la del cuadro pimentonero. Sito no sabía qué plantear para cambiar el ritmo e hizo cuatro cambios en el primer cuarto, que terminó con una bandeja de Rousselle y una canasta de Zyskowski a cuatro segundos para acabar. Era el 15-28 y los números cantaban para los visitantes, que caminaban un paso por delante de sus adversarios: 3-13 en rebote, 7-9 (77%) en tiros de dos y 4-7 (57%) en triples.
En el segundo cuarto el partido se masticaba como si fuera cemento. Costaba un mundo anotar y en cuatro minutos el tanteo marchaba con 4-0. Entró Bellas para dar criterio en la dirección. Hakanson salió de escolta en unos buenos minutos, aunque Serron cometió un error con una falta antideportiva. Brown y Balvin estaban estelares, provocando la impotencia en las filas murcianas. Así, Strawberry fue castigado con técnica por 'flopping' y Rojas, siempre él con un algún gesto turbio, sacó un pie ante Rousselle a modo de zancadilla, y le pitaron antideportiva. Los árbitros tuvieron una tardecita de dolor, con mil viajes al instat replay y viendo cosas que nadie adivinaba. Dos Anjos dio una buena rotación y no se echó de menos a Huskic. Los bilbaínos tenían más deseo en el rebote, aunque al alcanzar el +15 (34-49, tras una canasta de Zyskowski, a 16:25 para acabar) llegó el habitual apagón, un 12-0 (46-49). Mumbrú pidió tiempo muerto, solicitó ir duro hacia adentro, no sólo lanzar desde la periferia y si colapsaban la zona, abrir al perímetro. Su gente reaccionó con un 0-8. Jenkins cogió las riendas en el tramo final, aunque faltaba la última desconexión: el UCAM se puso con 68-69 tras 11-0 y 16-3, lo que deparó un emocionante cara o cruz. El UCAM se puso por primera vez en ventaja a 2,08 para acabar, con un dos más uno de Lima. El drama se fue a la prórroga, después de una pésima resolución en la jugada final del RETAbet, en manos de Brown. El cuadro de Sito abrió muy espeso el añadido con un 0-9, fue a remolque y le costó el desenlace. Fin a un partido bastante caótico, en el que hasta Brown se hizo una brecha por celebrar una canasta con Hakanson chocando en el aire, ya que el sueco le golpeó sin querer con los dientes. Tuvo que ponerse una cinta gris a modo de protección. El +10 de average se quedó, eso sí, en casa por solo dos puntos.