El Joventut muere en la orilla en Bolonia tras un brillante partido

El Joventut murió en la orilla (80-75). Llegó a Bolonia dispuesto a ser el primer equipo en derrotar al Virtus en su feudo y asestar un golpe en el primer asalto de los cuartos de final de la Eurocup, pero la calidad italiana asomó en el último cuarto y decantó el partido. Los de Carles Durán, que volvían a jugar esta ronda en Europa después de 13 años, no tendrán ya margen de error en los dos partidos que quedan de la serie. El próximo, el viernes en el Palau Olímpic de Badalona (20:45), con la moral alta para los catalanes después de plantar cara al favorito al título, con jugadores de nivel como Teodosic o Belinelli.

Al último cuarto se llegó con un igualado 63-63 después de un ejercicio de resistencia defensiva de los verdinegros, que estuvieron por delante en el marcador durante los anteriores 30 minutos gracias a su determinación en el rebote y a una excelente actuación de sus lanzadores Ferran Bassas y López Arostegi, quienes anotaron 34 puntos entre ambos, 24 de ellos de triple. Demasiado esfuerzo para jugar de igual a igual diez minutos a los que llegaron con la lengua fuera ante un Virtus experimentado, que solamente dejó anotar 12 puntos a los españoles. El Joventut cogió más rebotes, tuvo mejor porcentaje de acierto en los tiros de dos y de tres, pero perdió.

Del comienzo arrollador a los triples de Balinelli

El comienzo fue esperanzador para los visitantes. Hasta que no faltaban 5:15 para el final del primer cuarto los pupilos de Djordjevic no fueron capaces de anotar. Con un 0-6 a favor de una Penya intensa en defensa, aguerrida, bloqueando a los mejores lanzadores del conjunto italiano, Markovic convirtió, qué si no, un tiro libre (lanzaron 39). Destapado el tarro, el encuentro se igualó con ataques frenéticos. El Joventut encontró en López Arostegi su mejor cañonero desde la línea de tres, mientras que los italianos se hacían fuertes en la pintura (11-11) aunque no controlaron los rebotes.

Sin despegarse en el marcador, se llegó al final del primer cuarto con 20-22 y con 14 tiros libres lanzados por el Virtus. Sin acierto desde la línea de tres, sin los veteranos Teodosic o Balinelli atinados, el Joventut defendió al límite y se cargó de personales, con un arbitraje sin concesiones. Una tónica que se mantuvo en el segundo cuarto, cuando el equipo italiano, favorito al título, logró colocarse por delante por primera vez en el partido (31-28).

Pero el conjunto vedrinegro no se amedrentó. En esos momentos de dudas le entraron los triples de López-Arostegi, que llegó al descanso con 15 puntos y ayudó a que los españoles llegaran por delante con un 41-44 después de haber conseguido una ventaja incluso de seis puntos. La mejor noticia para el Joventut fue su rendimiento, como el de las mejores fases de la temporada; la peor, que sus jugadores empezaron a cargarse de faltas y que para contener al Virtus fue necesario un esfuerzo homérico. En total cometieron 19 faltas en 20 minutos y los italianos lanzaron hasta 29 tiros libres, un récord.

El Virtus siguió atascada aunque encontró a Belinelli, un salvavidas en el tercer cuarto. Anotó tres triples cuando menos fluidez tenían los de Djordjevic, que seguían perdiendo el rebote y no acertaba con sus selecciones de tiro. Pese a ir ganando por 54-61, con la aportación de Tomic y Parra desde la zona interior, los verdinegros no lograron mantener la ventaja. Ricci, con un triple (71-68) y Hunter controlando rebotes decisivos y anotando desde la pintura, le dieron la puntilla al Joventut. El viernes, la revancha en Badalona. La Penya ya sabe que sí puede.