NBA | MAVERICKS 102 - GRIZZLIES 92

Victoria sencilla para los Mavs pese a la ausencia de Porzingis

El pívot letón no fue de la partida. Los Mavericks controlaron el partido y sólo se preocuparon en el último cuarto. Tim Hardaway fue el mejor.

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Sumar una victoria en casa y en circunstancias que no son del todo favorables es lo que hace la diferencia. Estos partidos hay que ganarlos si el objetivo, ya diferente al que se tenía a principios de temporada, es entrar entre los ocho mejores equipos de la conferencia. Los Mavericks lo hicieron ante los Grizzlies, que sólo tocó a la puerta en el último cuarto y sin hacer ruido. Ambos luchan por un puesto de honor en el Oeste y esta batalla, no de las que hablarán todos pero sí de las que hay que ganar para llevarse la guerra, cuenta mucho. Carlisle planteó un partido serio y el equipo respondió desde los minutos iniciales, llevando la batuta durante toda la noche para acabar con el definitivo 102-92

El esfuerzo defensivo fue de lo mejor de la noche para los texanos. Neutralizaron parcialmente a Ja Morant y el caudal ofensivo que proyecta. Se notó, quizá, que no estaba Kristaps Porzingis, que está pasándolo mal para contener a sus rivales cerca del aro, por dolor en la espalda. También terminó en la enfermería Maxi Kleber por una torcedura de tobillo. La papeleta era complicada ante un equipo ya reluciente tras superar el coronavirus, como le pasó unas semanas antes a ellos, y en Dallas tuvo que haber más de un héroe. Doncic necesitó la ayuda de Richardson, su escolta, y de dos suplentes: Brunson a la hora de manejar y Hardaway a la hora de ejecutar. Sin ellos no se hubiera logrado ganar. Los Grizzlies han perdido pie con esta derrota y los Mavs les superan en la tabla: 14-15

A Memphis se le bajaron pronto los humos. Tan pronto como en la primera franja del primer cuarto. Esos seis minutos iniciales fueron tortuosos. Ya estaban diez abajo gracias a sus seis tiros seguidos errados y a sus magníficos dos puntos frente a los doce del rival. La distancia fue creciendo con el paso de los minutos, claro, la losa ya les pesaba. Es por ello que, si alguno recurre a la estadística, puede llevarse a engaño con la aportación en pista, ya que ahí le fue muy favorable a Dallas y a los jugadores que comenzaron la cita pero sus mejores hombres fueron otros. 

La manija la llevó Tyus Jones y no Ja Morant para intentar que los Mavs no se fueran todavía más, pero sus esporádicas acciones de ataque no acompañaban en defensa. Hardaway ya estaba metiendo tiros buenos y llegaría, con posterioridad, a ser el más acertado del partido con 7 triples y 9/14 para 29 tantos. La brecha se abrió todavía más, con los locales más cerca de los veinte que de los diez de renta. 

Antes del descanso y justo después se vio al mejor Luka Doncic, el que sabe manejar con ojos en la nuca y el que va hacia el aro como si estuviera en el patio de su casa. Tampoco ante eso pudieron hacer nada los Grizzlies, que ponían a buenos defensores como Kyle Anderson sobre él con nulo efecto. El problema del esloveno fue fallar en exceso desde fuera: 3/10 en triples, aunque anotó 21 puntos. 

A falta de un minuto y medio los Grizzlies seguían estando a quince de distancia. Las últimas canastas les acercaron algo en el marcador, pero como mera anécdota frente a un rival que supo jugar bien con la ventaja con la que ya contaba.