RETABET BILBAO BASKET

"Cuando bajamos, en el vestuario no había la unidad de este año"

Mumbrú está convencido de que la permanencia es posible esta temporada para el Bilbao Basket. "Lo normal el año pasado era estar abajo. Teníamos que haberlo vivido y no lo hicimos".

Bilbao
0
"Cuando bajamos, en el vestuario no había la unidad de este año"

Álex Mumbrú celebra este parón competitivo en la Liga, determinado primero por la Copa y después por la Ventana FIBA. Al fin ha podido reunir a gran parte de su plantilla y meter la carga táctica pertinente. Solo falta Miniotas, que está con Lituania, y Rousselle, que arrastra molestias físicas. "Toca apretar el culo y dar pedales, sin mirar más allá del próximo partido", se centra en referencia a los tres compromisos que les vienen en la reanudación de la fase regular, en el último fin de semana del mes, ante Gipuzkoa, Betis y Estudiantes. Mostró su optimismo en Radio Bilbao.

¿Cómo está marchando este parón?

Bien, con muchos entrenamientos, cargando las pilas y ajustando todo. Anímicamente estamos bien. Lo importante a lo que nos podemos agarrar es el trabajo, él es que te da confianza.

¿Le deja dormir con normalidad la situación?

No me quita el sueño. Me centro en el día a día. Sabemos cómo es el deporte, cambia en dos días. Si el Barça no gana como hizo ajustadamente al Unicaja en la Copa, igual el campeón habría sido el Madrid, o el propio Unicaja. Pudo ser cuestión de esa falta que muchos protestaron. 

Todos son conscientes de que toca sufrir.

Es que hay que saber por qué te encuentras en esta situación, de dónde venimos y a dónde vamos. El año pasado fue extraordinario, perdimos el norte y la situación por circunstancias esta temporada es así. Ahora tenemos el equipo casi al completo y está creciendo en confianza. 

Mumbrú, en Radio Bilbao.

¿Ahora con todo lo ve más fácil, por lo tanto?

Hay que relativizar las cosas y saber por qué te encuentras en esta situación. Miniotas ha jugado dos partidos con Balvin; y Huskic, los mismos con Hakanson. Llevamos 30. Esto es como una familia, necesitas que la gente esté junta y que todo se vaya puliendo.

Las dos temporadas previas fueron de ensoñación. ¿Lo que está pasando este año le está curtiendo más como técnico?

A estar en un banquillo se aprende desde el primer día. En LEB se hizo una plantilla para estar arriba y se nos exigió desde que comenzó el año. Perdimos tres partidos seguidos y ya parecía un desastre. El año pasado éramos la 'cenicienta', se dio un éxito, aunque había mucho trabajo por detrás.

Al ser último y haber gastado la bala de los cambios de jugadores, ¿teme por el puesto si no arrancan?

No pienso en eso. Yo me dedico a entrenar y pienso en el día a día más que en el futuro. Lo que no nos ha pasado estos dos años nos ha venido ahora en cascada. Sabéis lo cabezón que soy, todo se debe afrontar a base de trabajo, hasta que salga bien.

El caso es que muchos no saben lo que es luchar en las profundidades de la tabla.

Lo normal el año pasado era estar abajo. Teníamos que haberlo vivido y no lo hicimos. Hay que recordar quiénes somos.

Sus equipos siempre han defendido bien. Ahora, no tanto.

La baja de Balvin nos ha perjudicado. Es una pieza básica en la estructura defensiva. Ahora vuelve Serron y es una importante atrás, un perro de presa.

¿Ve diferencias entre este año y el que le tocó bajar como jugador?

Aquel año el presupuesto era más alto. No pensábamos que íbamos a estar tan abajo. Primero anduvimos por arriba y caímos de repente. Eso hizo que nos pusiéramos algo nerviosos. Ahora sabemos cuál es nuestro sitio y tenemos que confiar en nuestro trabajo diario. Cuando bajamos, en el vestuario no había la unidad que noto este año.

Anímicamente el equipo se viene abajo cuando llega un parcial amplio.

Pero si hubiera público, te anima y en esos dos minutos de bajón igual durante uno y medio te levanta. 

¿Quién va a ser líder que saque al equipo de ahí abajo? ¿Balvin?

El equipo, él tiene que ser. No se puede centrar la tarea en alguien concreto, la fuerza te la da ser un equipo y estar todos unidos, apoyarnos los unos a los otros, porque no tenemos a diez mil detrás.

Han dependido mucho de Rousselle.

Ha tenido una presión extra estos tres meses. No ha podido descansar. Desde el partido del Barcelona, aún no se ha entrenado porque tiene molestias. Lleva una carga importante, aparte del estrés.

¿Se fija en el calendario? ¿Cuántas victorias harán falta para la permanencia?

Tenemos un juicio cada fin de semana. No pensamos en lo que hacen los demás ni echamos cuentas. Hay cinco o seis equipos que estamos involucrados ahí abajo. Los otros también trabajan y se preparan. Hay que hacer las cosas bien para llegar a este momento en las mejores condiciones. Todo el mundo va a estar mejor después de esta Ventana.

La cantera se ha asomado por el primer equipo.

Cuando decidimos jugar la Champions, Rafa (Pueyo) y yo decidimos que de los cinco de formación, uno sería de la cantera. Vienen del júnior y saltan tres o cuatro categorías. Ojalá que los chavales que vienen por abajo no tengan que emigrar y vean que pueden llegar a la ACB en el Bilbao Basket.

¿Los fichajes no han desestabilizado el presupuesto?

El club no ha hecho ninguna locura. Llegaron Moses y Jones, pero no se adaptaron ni al club ni al equipo ni a la Liga. De mutuo acuerdo, se fueron. Y luego por los dos lesionados trajimos a Aminu y Jenkins, y este se ha quedado. Otros siguen trayendo jugadores; nosotros, no. Seguro que se va a notar en el presupuesto, pero está todo muy calculadito y bien sumado, no se va a mover nada que no se pueda. Los consejeros tienen bien claro que hay una parte deportiva y otra institucional.